Marrón preelectoral

Mientras todos los focos estaban puestos en el éxito de la última película de Bayona en los Goya, saltó un urgente inesperado con una de las mayores meteduras de pata de los populares. La historia se repite, esta vez a una semana de las elecciones gallegas. La otra, la de las nacionales, fue la de no acudir a debates e incluso a actos por confianza en el resultado de las encuestas. La de ahora, esa filtración de que Génova estudió la legalidad de la amnistía para Junts es incluso peor. Lo que está claro es que han quedado retratados y su lucha contra su nuevo mundo de la ‘sanchosfera’ se resquebraja. Todo se ha ido al traste, es decir, las manifestaciones en la calle o incluso el papel que han tenido en el Parlamento europeo para investigarlo. Una filtración que ha hecho que el terremoto vuelva a los despachos de la sede popular. Ayuso no sabía dónde meterse y algún presidente autonómico tampoco. Un hecho, que una vez más, hace que el Gobierno salga reforzado. A Feijóo ahora le toca aguantar un rapapolvo bastante intenso por el Gobierno y sus amigos odiados de Vox. Todo por el miedo a un solo hombre que tiene a todos cogidos por la pechera, el señor Puigdemont. Posiblemente todo esto ha salido por alguna amenaza de Junts a los populares de contar lo que ocurrió en sus reuniones y de ahí, a lo mejor, se tomó la decisión menos acertada de los últimos tiempos. El de Waterloo juega a un mundo mejor que el de la la serie ‘Juego de Tronos’ y lo está consiguiendo. Un ejecutivo que incluso falta el respeto a los jueces a su anchas y ahora un PP cavando su propia tumba. El próximo domingo podría ser decisivo y como los populares pierdan la mayoría absoluta en Galicia, sería un destrono impresionante ante la suma de escaños entre PSOE y BNG . Un destierro que haría ya poner en evidencia el liderazgo del presidente popular, el ayusazo podría entrar a la mayor esfera del partido de la gaviota. Ahora le queda aguantar el marronazo y responder, aunque sea de forma nerviosa y temblándole la voz como ocurrió el domingo. La comida en la que dicen que salió toda la información ha salido bastante cara, espero que el pulpo (que es lo que dicen que comieron los periodistas y populares) estuviese en su punto.