GRACIAS CHAVAL

15 de junio 2024 - 00:00

La noticia ha sido destacada en los medios de comunicación de todo tipo: un alumno del IES Maestro Padilla ha obtenido 14 puntos, la máxima puntuación en la Pevau. Para obtener tal barbaridad de puntos, no solo hay que sacar dieces en todos los exámenes de la actual selectividad, sino matrícula de honor en todas las asignaturas del bachillerato.

En su caso, además, ha cursado la especialidad tecnológica con la Física como asignatura preferida. Esto, que ha motivado un alboroto –lógico- en todos los medios sociales y académicos, para nosotros no es lo más importante. Lo que nos ha llenado de orgullo y satisfacción son sus declaraciones sobre lo que hace en su tiempo libre (que no sabemos de dónde lo sacará).

Está colaborando como voluntario en una ONG, concretamente en el apoyo a los inmigrantes de los asentamientos de Níjar, donde el problema alcanza la calificación de vergonzoso, como hemos comentado aquí en algunas ocasiones. Félix Denk, que así se llama el figura, ha añadido que “los emigrantes nos aportan a los almerienses más de lo que nosotros les podamos aportar”.

Copiando esta frase nos hemos puesto de pié, aplaudiendo entre emocionados e incrédulos.

Cuando tanto voto juvenil se está yendo a partidos racistas, supremacistas, negacionistas, nos eleva el ánimo ver que los más inteligentes y preparados de nuestros jóvenes están en una línea totalmente opuesta.

Parece que la inteligencia, la información veraz es una vacuna. Porque la contrainformación, los bulos creados por poderes interesados, germinan con profusión, no solo entre los forofos sino, cada vez más, entre la ignorancia rampante que se alimenta solo de minimensajes impactantes.

Prefieren un influencer a un científico y un bocazas a un intelectual. Por ejemplo, que la tierra es esférica lo descubrió Anaximandro hace casi tres mil años, y hoy todavía hay millones de criaturas en países desarrollados que insisten en que es plana porque si no nos caeríamos.

Ellos sí que son unos fenómenos dignos de exhibirlos en un circo, si no fuera porque las leyes modernas impiden el maltrato animal. Lo malo es que esta situación está muy extendida en toda Europa. Y en medio mundo, por no decir que es una pandemia.

Menos mal que Félix nos ha alegrado el día. Y por muchos años. Gracias, chaval, vamos a brindar con nuestra ración de vino del viernes a tu salud.

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