Fe y tradición

La vida, la familia y la libertad han sido atacadas, en los últimos años, desde La Moncloa y desde la Unión Europea

10 de junio 2024 - 00:45

Lunes, 10 de junio, tras una semana de elevadas temperaturas, tanto en lo climático como en lo político, por fin ha terminado la campaña electoral al Parlamento Europeo, que solo espero y deseo que una gran parte de los eurodiputados electos vuelvan a defender y a luchar por la vida, la familia y la libertad, cuestiones vitales que durante los últimos años han sido atacadas desde La Moncloa e igualmente desde la Unión Europea.

Tampoco quiero dejar de recordar que este viernes pasado celebramos la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, especialmente, en el Cerro de San Cristóbal y en la novedosa imagen sagrada colocada frente a la Iglesia de San Idelfonso de Toledo en la plaza Barbieri en el barrio de la Plaza de Toros o San Blas, es decir, nada menos que el amor y la compasión de Cristo hacia la humanidad. Déjate llevar y sostener por esta divina espiritualidad. Y el sábado, celebramos el día del Inmaculado Corazón de María.

Pero volviendo a Europa, no cabe más que una Europa basada en los valores que hemos heredado de nuestros abuelos y padres, no en una Europa basada en los principios que nos imponen desde las instituciones internacionales con una finalidad desconocida. No podemos obviar que en España, como en el resto de naciones vecinas, se ha pasado de la confianza plena a la desconfianza creciente.

Han sido unas elecciones que, aunque europeas, han estado marcadas por la crispación debida a la corrupción y los escándalos políticos que soportamos en España y marcadas por una Ley de Amnistía que pretende satisfacer los deseos e intereses de una minoría pagados con los derechos de la mayoría.

No queremos una Europa con pérdida de derechos y autonomía de España, el incremento de impuestos y el control de los ahorros de los ciudadanos, queremos políticas que se preocupen y defiendan la vida, la familia y el bien común y dejen de hacernos perder el tiempo con las entelequias cansinas y acientíficas de la Agenda 2030, el Pacto Verde, el marco migratorio, etcétera. Todo un sinsentido, basado “yo y lo mío” y cuando se termine, pues otro poco de “yo y lo mío “. Es decir, como hace en España con el des-Gobierno Nacional, pero con sabor a Europa.

Veremos a ver las consecuencias en el modelo europeo al votar a partidos políticos más interesados en acatar directrices y disciplinas de partido que las necesidades de los españoles y qué políticas se llevarán a cabo que incidan más con hechos que palabras denunciando la corrupción y la desinformación. En fin, esperanza, fe y tradición.

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