A Vuelapluma
Ignacio Flores
No son las emociones, son las deudas
El Pingurucho
Las elecciones del pasado 9 de junio nos han llevado a reflexionar sobre la Europa en la que queremos vivir: una con derechos, donde se respire democracia, o la de quienes utilizan el miedo y tratan de imponer la vuelta un pasado al que no debemos regresar. Para los almerienses Europa significa inversiones millonarias, crecimiento y futuro. Sólo en la ciudad de Almería en este momento se están llevando a cabo más de una veintena de actuaciones por parte del Ayuntamiento financiadas con fondos europeos. Y desde el Gobierno de España se está ejecutando el soterramiento, la gran obra de este siglo para nuestra ciudad. A pesar de la campaña de bulos y desinformación que se ha extendido por todos los países de la Unión Europea, los socialdemócratas europeos hemos logrado ser la segunda fuerza política, con 136 escaños, buena parte de los cuales han sido cosechados en España por la candidata socialista Teresa Ribera, bajo las siglas del PSOE.
Este hecho nos otorga un sólido poder de negociación. No es casualidad que el Partido de los Socialistas Europeos haya nombrado al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y al canciller alemán, Olaf Scholz, del Partido Socialdemócrata, negociadores en el proceso de renovación de altos cargos en las instituciones comunitarias para los próximos cinco años. De ellos dependerán los nombramientos de las presidencias de la Comisión Europea, el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo, así como el alto representante de la UE para la Política Exterior. Los socialistas y demócratas están dispuestos a dialogar y negociar con todas las fuerzas políticas, a excepción de la extrema derecha, conscientes de la importancia de aislar a quienes utilizan la democracia para acabar con ella y quienes ante una crisis, como la de 2008, pusieron a funcionar a los hombres de negro a perpetrar un drástico recorte que supuso el cierre de numerosas empresas y el despido en España de cinco millones de trabajadores. Un siglo después los socialistas hemos demostrado que se puede salir de una crisis creciendo y generando empleo, riqueza y bienestar social. Por eso, el peso político de los socialdemócratas constituye la garantía para seguir construyendo una Europa donde el avance económico y la justicia social ofrezcan oportunidades a todas las personas en todos los territorios.
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