Día Internacional de...

Cuando yo era niño hace ya muchos años, en España no teníamos “días internacionales” porque todo lo nuestro era nacional, incluso muy nacional. Pero también teníamos nuestros “días de”. Tres eran de hacer regalos: el “día del padre” (San José), el “día de la madre” (la Inmaculada) y el “de los enamorados” (San Valentín). Otros eran para recuadar dinero: el “de la Cruz Roja”, el “del Domund” y el “del Cáncer”. Había otro, el de San José Obrero, que se celebraba el 1 de mayo y ya de mayor me enteré de que en el resto de mundo se llamaba “día del Trabajo”. Otro signo de la dictadura.

Dos de las películas españolas más célebres de la época fueron “Las chicas de la Cruz Roja” (1958) y “El día de los enamorados” (1959). Ambas tuvieron los mismos guionistas, el mismo compositor musical, Augusto Algueró y la misma protagonista, Conchita Velasco, ya fallecida. Nuestro cine era entonces cosa de unos pocos.

En el día del Domund la cuestación callejera la realizábamos los niños, con unas huchas en forma de cabecitas de los supuestos beneficiarios: un negrito en representación de África; un emplumado (con perdón) jefe indio, de América; un chinito con su sombrero cónico, de Asia y un señor con turbante que representaba a los países árabes. Hay tantos “días de…”, que los 365 del año no son suficientes y en todos ellos se acumulan varias celebraciones. El exceso ha matado el propósito inicial por aquello de que “café para todos, café para nadie”. Algunas un poco absurdas y otras, en cambio, decisivas para despertar conciencias y así nos hemos acostumbrado a que cada día, en lugar de su afán, tenga su conmemoración. Hay festividades friquis, solidarias, culturales… Cojamos, por ejemplo, el Día Internacional del Abrazo.

Según la web “diainternacionalde.com” fue creada por un estadounidense al que parecía inquietarle la falta de afecto que nos manifestamos unos a otros en público y en privado. Es la Asamblea General de la ONU quien decide los “Días Internacionales”. Sin ir más lejos, el pasado 16 de mayo se celebró el Día Internacional de la Tauromaquia, cuando días antes el ministro de (in)cultura Ernest Urtasun, eliminó el Premio Nacional de Tauromaquia, que venía entregándose desde 2013, aunque fue creado en 2011. “Lorca, Picasso, Chaves Nogales, Ortega y Gasset, o Tierno Galván hoy estarían muy disgustados con la decisión del ministro”.