Corre, que te pillo

Pensó, que esa carrera hacia la nada que recorren millones de personas, o hacia un horizonte metafísico otras

18 de mayo 2024 - 00:00

Se despertó angustiada, sudaba abundantemente a pesar de que la madrugada había sido fría, tenía el corazón “que se le salía por la boca”. Aún no le había desaparecido el miedo que le atenazaba la garganta, cuando abrió los ojos y pudo comprobar que en realidad no la perseguía nadie, que estaba bien segura y a resguardo en su casa. Una vez leyó que esta pesadilla era muy habitual en todas las épocas y partes del mundo: huyes corriendo desesperadamente, porque alguien te persigue y te das cuenta de que no te mueves del lugar en el que estás, y te despiertas sobresaltada cuando te van a pillar. Más calmada, se levantó, y aún con temblor en el cuerpo, se buscó algo que leer y le ayudara a sosegarse. Encontró una de sus lecturas preferidas, “La sonrisa etrusca” de Jose Luis Sampedro, lo cogió y buscó esas páginas con la esquina doblada, que era su forma personal de señalar los capítulos, párrafos o frases que le habían impactado. Empezaba a “rayar el alba“, y reinaba una oscuridad luminosa que le hizo encender la lamparita de la mesilla de noche, disponiéndose a releer aquellos bocados exquisitos que tenía señalados, a fin de encontrar el sosiego que le había quitado aquella pesadilla recurrente. Después de unos minutos, cayó en un agradable sopor, dormitando un rato de forma tranquila con el libro entre las manos. En esta ocasión, cuando abrió los ojos, la zozobra había desaparecido, estaba calmada y hasta podía decir que feliz, ese receso entre el mal sueño y la lectura la había trasportado a otra fase emocional diametralmente opuesta. El recuerdo de la horrible pesadilla que la había despertado, le hizo pensar que quizá ese mal sueño no fuese nada más que una metáfora de la propia vida. Que realmente la vida fuese como el juego del pilla-pilla: “corre, corre, que te pillo”. Reflexionó más y dedujo por experiencia, que todas las personas iniciamos una carrera de obstáculos desde el mismo momento en el que abrimos los ojos, y es solo al final cuando nos damos cuenta de que no nos hemos movido del sitio, por eso nos persigue el mismo sueño. No hay pasaje de la historia que no esté repetido una y mil veces, ni experiencia personal que no haya sido vivida por otros antes, y con toda seguridad, también después. Pensó, que esa carrera hacia la nada que recorren millones de personas, o hacia un horizonte metafísico otras, en busca de respuestas más allá de la comprensión del ser humano, era como un juego infantil, solo que con todos los ingredientes de esas películas de terror que nos tienen en tensión hasta el final, cuando resulta que nada era lo que parecía. Quizá por eso soñamos que corremos despavoridos huyendo de algo de lo que no podemos escapar, al final siempre te pillan porque nunca te moviste del lugar de partida, o si?. Corre, corre, que te pillo. TE PILLÉ

stats