Coherencia

En las últimas elecciones municipales los resultados del PSOE no fueron para tirar cohetes: se perdieron dos concejales

17 de mayo 2024 - 00:15

Las recientes elecciones en Cataluña han despejado algunas incertidumbres. Parece que la política de mano tendida de los últimos años va dando sus frutos y el suflé independentista se está desinflando. Aunque todavía queda trabajo por hacer para terminar de cerrar heridas, tender puentes y volver a una senda de colaboración donde todos podamos sentirnos a gusto y aunar fuerzas respetando las singularidades.

Me ha llamado la atención la actitud de los dirigentes de Esquerra Republicana, que tras el batacazo electoral han puesto sus cargos a disposición, para dar paso a nuevas personas que dirijan el partido. Una actitud que les honra y dice mucho de su talante democrático, asumiendo su responsabilidad sobre los malos resultados.

Esa actitud coherente de los políticos, dejando sus puestos de responsabilidad cuando avatares diversos los ponen en evidencia, no es, por desgracia, muy habitual. En nuestro ámbito más cercano tenemos varios ejemplos.

Son conocidos los miembros de parlamentos o corporaciones que, habiendo perdido la confianza de sus partidos, se agarrapatan al puesto con dientes y uñas. En la anterior corporación municipal los Srs. De la Blanca, Cazorla y la Sra. Mateos se atrincheraron en el sillón a pesar de haber sido expulsados, en un alarde de autoafirmación del estilo “mi ombligo y yo somos importantes”

En las últimas elecciones municipales los resultados del PSOE no fueron para tirar cohetes: se perdieron dos concejales. El proceso de confección de listas, donde se primó el personalismo, los egos trepadores y se descafeinó la incorporación de perfiles técnicos, que hubieran aportado más nivel, dan una explicación a esos malos resultados. A pesar de esto, la cabeza de lista se quedó estática, como las vacas cuando ven pasar el tren, sin asumir ningún tipo de responsabilidad. Tampoco hicieron nada los dirigentes municipales y provinciales, que han preferido dejarse llevar por el rumor de las olas del liderazgo nacional, sin tomar parte activa ni plantear iniciativas socialistas que ilusionen a la sociedad.

En la campaña del Ayuntamiento contra la violencia de género, en uno de los carteles, aparece la fotografía de un niño con un texto que reza “Si dice no, no es sexo, es agresión” lo que de forma implícita vincula el sexo con menores a su consentimiento. Ante semejante disparate la alcaldesa dice estar horrorizada. ¿Además de ponerse los pelos de punta, podría asumir alguna responsabilidad?

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