Vía Augusta
Alberto Grimaldi
El bien común
La tribuna
AHORA que se celebra el aniversario de la fundación del milenio del Reino de Taifa de Almería (1014-2014) es el momento de explicar brevemente cómo se estructuraba urbanísticamente la ciudad hispano-árabe de Almería, pero antes un poco de historia. El periodo musulmán de la ciudad de Almería puede dividirse en dos fases, separadas por un breve periodo de ocupación cristiana, el decenio entre 1147 a 1157, en que las tropas de Alfonso VII tomaron la ciudad y los alrededores. La primera fase destacable va desde la fundación oficial de la ciudad en 955 hasta 1147, y la segunda desde 1157 a 1489.
A principios del siglo VIII se fundó por los yemeníes Bayyana, la actual Pechina. Su estratégica posición le permitió convertirse en una próspera plaza comercial dando origen a la denominada República Marítima de Pechina. Proclamado en Córdoba Califa independiente de Bagdad en 929, Abderramán III decidió ampliar en el año 955 el puerto de Bayyana, capital de la Cora de Bedjala, traslandándolo a la desembocadura del Río Andarax para cobijar la flota califal compuesta por cientos de naves y dominar así toda la bahía. Construida una primitiva torre vigía o atalaya (Al-mariyya, que dará nombre a la ciudad) para proteger el puerto de Bayyana de amenazas del califato fatimí, de Túnez, se transformó ésta en una gran fortaleza, la Alcazaba, para defensa de la costa, recinto amurallado de 43 has que albergaba palacios, podía alojar un destacamento de 20.000 combatientes y proteger a la población de ataques.
En torno a este importantísimo puerto marítimo de Al-Andalus que comerciaba con seda, aceite y uva y al pie de la Alcazaba que lo defendía, se comenzó a construir la ciudad de Almería con planta califal, recinto perimetral amurallado y estatuto de medina. Después de Córdoba, la Almería musulmana era la ciudad más influyente y próspera de la península y una de las más ricas del mundo islámico. Con posterioridad, en el año 965, se construye una Mezquita Mayor como lugar de oración. La desintegración del califato de Córdoba en el siglo XI dará lugar a los Reinos de Taifas, entre ellos el de Almería, que tendría su primer Rey en Jairán (1014-1028), remodelador de la Alcazaba, llegando a su máximo esplendor Almería bajo el reinado de la dinastía Sumadih, durante casi toda la segunda mitad de este siglo (1044-1091), sobresaliendo Al Mutasim (1052-1091), el Rey poeta, que dignificó la corte con artistas y científicos.
La taifa almeriense desapareció con la invasión almorávide, pero la ciudad continuó siendo un auténtico emporio comercial muy codiciado por los Cristianos, tanto que Alfonso VII, el Batallador, decide tomar la ciudad con ayuda de catalanes, francos, pisanos y genoveses y sus ejércitos entraron en la ciudad el 17 de octubre de 1147, periodo efímero de ocupación, pues Almería volverá a ser musulmana con la toma de los almohades, pero ya sin recobrar jamás su pretérito esplendor. En el siglo XIII, pasa a formar parte del reino nazarí de Granada, siendo Gobernador Abbu-i-Abbas, iniciándose un período de lenta decadencia.
Pues bien, de la lectura del Decreto 107/1999, de 4 de mayo, por el que se Declara y Delimita como Bien de Interés Cultural el Conjunto Histórico de Almería, se concluye que el comercio y la manufactura de la seda transformaron la ciudad uno de los más importantes enclaves de Occidente, siendo el siglo XI el de mayor esplendor: los almorávides terminaron de ver florecer la ciudad.y tras ello aparece la decadencia propia de una ciudad en regresión al caer en la órbita de la Granada nazarí. Dotada de una Mezquita Mayor (la actual iglesia de San Juan), la ciudad hispano-árabe se estructuraba por un núcleo central configurado por una red de laberínticas callejuelas que alojaban los gremios de oficios. Las calles de mayor importancia confluían desde las puertas de la muralla a este núcleo y el resto lo componían los barrios residenciales, que irán surgiendo espontáneamente: Barrio de la Al-Medina, (delimitado por las ramblas de Gorman, la Chanca, la Alcazaba y el mar, con su calle principal -hoy calle Almedina- que discurría desde la Mezquita Mayor (Aljama) a la Puerta de la Imagen de la que partía el camino de Pechina); el barrio de Rabad-al-Hawd o del Aljibe (situado al Suroeste del barrio de la Almedina que estaba atravesado por el barrio de la Chanca, siendo en el siglo XII el centro comercial de la ciudad, debido a la cercanía del puerto y de la Mezquita Mayor) y el barrio de Al-Musalla.
En 1489 los Reyes Católicos conquistaron Almería y el terremoto de 1522 destruyó la ciudad casi completamente, reduciendo la población a tan solo 700 habitantes que se asentarían en torno a la Catedral, de nueva construcción.
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