
Metafóricamente hablando
Antonia Amate
Sangre, sudor y lágrimas
A Vuelapluma
Escribo estas líneas el martes pasado, día 22 y celebración del Día de la Tierra. Lo que puedo hacer por ella, lo hago. Empezando por cuidar mis macetas, enraizar tallos de las mismas y plantar semillas de aromáticas. Veamos un par de datos que da la ONU: 1.- CADA AÑO, EL MUNDO PIERDE 10 MILLONES DE HECTÁREAS DE BOSQUES. 2.- ALREDEDOR DE UN MILLÓN DE ESPECIES ANIMALES Y PLANTAS SE ENCUENTRAN EN PELIGRO DE EXTINCIÓN. Los océanos tienen más plástico “que botellines de cerveza la feria del mediodía”, y eso no es ni chispa e bueno. Además, su pH está bajando. Es decir, se están volviendo más ácidos. ¡Y eso no es bueno!. Antes, cuando sabíamos y teníamos menos, cuidábamos la Tierra y conseguíamos vivir de ella. No digo que haya que volver a tener que ir con una lanza cazando para comer, pero si que afirmo que, con todo lo que sabemos de conservar y regenerar suelos, podríamos tenerlos mejor de lo que los tenemos. Como dicen en las “manifas”: ¡compañero, únete al movimiento mundial para restaurar la madre Tierra!
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