2025: Buenos deseos y espero que realidades

Todos, sin excepción (si usted es quien confirma la regla hágamelo saber) hemos comenzado el año cargados de buenos deseos, mejores propósitos y sobre todo confiados en que el nuevo tiempo que comienza debe certificar todos y cada uno de los anhelos que públicos o privados tenemos. Es el optimismo del que me hablaba mi amigo José Luis esta semana. ¡No queda otra querido compañero de cafe mañanero!, después de una larga caminata, en la que crees, en la que creo, como es el ejercicio matutino que nos devuelve la esperanza, la fuerza y las ganas de superación que ambos poseemos, cada uno con su mochila, claro está. Hilvanado este preámbulo, una forma como otra de entrar en harina, que diría un panadero de los de antes, desgranemos el trigo o amasemos el pan de las cosas de comer, de aquellas que a todos, como ciudadanos de esta bendita tierra de Almería, nos afectan cada día y de las que nos vamos a ocupar, me voy a ocupar, el próximo año. Es un intento, una lucha permanente, en la búsqueda de acelerar aquellos proyectos que nos ocupan y preocupan como ciudad, como provincia, y en los que ponemos el alma, el corazón y casi la vida, -unos más que otros, todo sea dicho- para que fructifiquen o se hagan realidad con el paso de los meses. El primer deseo del que quiero hablarles es del agua. Me sentiría satisfecho, y seguro que los agricultores también, con que la desaladora de Villaricos deje de ser un mamotreto recién iniciado e inundado hace doce años y que los trabajos, esos que anuncian un día si, otro también y el de en medio, el Ministerio de Transición Ecológica, se conviertan en reales, con máquinas, obreros y tecnología de ósmosis inversa para abastecer de líquido elemento al la rica vega del Levante de Almería.

El deseo dos es para las obras del soterramiento de las vías del tren en la ciudad. Soy consciente de que avanzan de forma rápida, pero sostengo que el final no está cercano y lor problemas de tráfico que vamos a padecer se van a convertir en un infierno, que doy por bien empleado, si el resultado es el esperado y los tiempos se cumplen.

Como tercer anhelo me conformo con que el Puerto-Ciudad avance del papel a la realidd. Los primeros pasos se están dando de forma correcta y entiendo que desde la Autoridad Portuaria se ha puesto toda la carne en el asador para que el gran proyecto que cambiará, junto con el soterramiento, la fisonomía de la ciudad empezará a ser una realidad en 2025. La imagende la capital dio un paso adelante con la urbanización de la Rambla, hoy Avenida Federico García Lorca. Camina en línea ascendente con la recuperación de los símbolos del casco histório y de la ciudad, como son La Alcazaba y el cerro de San Cristóbal, y de forma definitiva será el Puerto-Ciudad el que nos convierta en una urbe moderna, atractiva para el turismo y apetitosa para los que deseen vivir en ella. Así sea.