Contra viento y marea

Ss pueden extraer numerosas lecturas del encuentro en La Rosaleda pero, grosso modo, a este equipo no le ocurre como antaño, cuando partidos como el disputado hace poco más de un mes en Huesca o el que ahora nos ocupa ante el Málaga se terminaban perdiendo frente a cualquier circunstancia adversa. De ahí que se puede afirmar que este Almería reacciona una y otra vez cuando todo indica lo contrario, con el añadido de que en Málaga los de Rubi hicieron méritos suficientes para haberse adelantado en el marcador, teniendo de nuevo que jugar a remolque para terminar puntuando, sea como esta vez de uno o de tres.

El factor mental de verse por debajo en el marcador tantas y tantas veces en esta campaña le otorga a este conjunto una fuerza inusitada, siendo el empate en Málaga un punto real, pero tres en la cabeza de los jugadores con todo lo positivo que ello conlleva de cara a los próximos envites. Se sabía que el Málaga era un equipo correoso que, sobre todo en casa, no suele conceder, pero la escasa puntería rojiblanca y el guardameta malacitano contribuyeron a engrandecer esa estadística.

Como en tantos goles que encaja la UDA salen retratados los centrales, con especial protagonismo para Chumi, que con la testa no se suele imponer en área propia. ¡Cuánto urge contratar en el mercado invernal a un central que implante su ley en área defensiva! Los errores de Chumi ya son demasiados. Luego, Fernando contribuyó sobremanera a que el balón traspasase la línea de gol. Lo cierto es que el guardameta murciano está errando últimamente de más, aunque la portería rojiblanca está bien cubierta con dos arqueros de garantía.

Lo que no entendí fue la tardanza de Rubi en contar con Baptistao, que debió haber entrado tras el descanso. El delantero brasileño está implicado y va sobrado para categoría de plata, aunque los años (en realidad no tiene tantos) no pesan en balde. Suya fue la asistencia final para que el jugador del Málaga se viera forzado a equivocarse.

Capítulo aparte merece la actuación del colegiado, no apto para estar en categoría profesional, pero menos para imponer su criterio en el estadio de un conjunto que intentó utilizar todas las artimañas posibles para contrarrestar a su rival. No se registraron jugadas realmente decisivas, pero la dinámica de su actuación perjudicó claramente al equipo que más técnica poseía.

En resumidas cuentas, con el añadido de un Suárez apagado, la UDA salió viva para afrontar un choque decisivo en esta primera vuelta ante el Mirandés. Con la victoria ante los de Miranda de Ebro se consolidaría una posición privilegiada a la que tanto costó llegar y que se debería defender en los dos últimos choques del año y en toda una apasionante segunda vuelta a la espera de futuros refuerzos.

Lo de Gui parece preocupante, más allá de perderse el duelo ante el Mirandés, en contraste del alivio que reconoció Rubi tras el choque ante una posible lesión de Suárez, que bien valdría la llegada de ese segundo delantero centro en el mercado de invierno tan reclamado desde estas líneas, y que tanto necesita cualquier equipo que desea atar un retorno a Primera.