Javier Góngora

Tribuneros

El bisturí

24 de julio 2024 - 03:07

Por supuesto que estoy dispuesto a quedarme y poder delvover al Almería a Primera División; así de contundente fue el pasado mes de mayo Adrián Embarba, capitán de uno de los peores Almería de la historia. A esta hora o a lo largo del día probablemente se anuncie su salida de la UDA con destino Vallecas. Llama poderosamente la atención que un jugador que mostraba tanta disposición hace unos meses para bajar al barro de la Segunda División solicite a las dos semanas de pretemporada su salida del barco almeriensista. El caso del madrileño, sin embargo, no es algo que pille por sorpresa al aficionado rojiblanco. Hablamos de uno de los futbolistas que portó el brazalete de capitán en un equipo que pedía a gritos la irrupción de un líder; de un titular indiscutible que vendía su moto particular en cada una de sus comparecencias cuando ni siquiera en la jornada 30 del campeonato regular pudo aportar un gol o una asistencia; de un extremo al que se le llegó a catalogar como un “excelente defensor” siendo una pieza de ataque. Es indiscutible que Adrián Embarba fue uno de los nombres destacados del Almería que logró la salvación en Cornellá en el primer ejercicio de la era Turki en Primera División. Ahora bien, cuando las papas quemaban y el equipo indálico acumulaba récord tras récord negativo en el pasado ejercicio, el paso al frente del ‘10’ de la tropa indálica brillaba por su ausencia. Y, por supuesto, todo este historial que les he recitado a ustedes sobre su rendimiento individual en la 23/24 quedaba disfrazado a partir de topicazos y un discurso vacío y tribunero. Su salida, al igual que su llegada en 2022,es una victoria para todas las partes. Ni bajo los mandos de Rubi iba a ser un innamovible en el once, ni Embarba estaba dispuesto a mancharse de barro por mucha palabrería que deslizara de cara al público.

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