Un título histórico

Comienzan a acabarse los calificativos para hablar de la temporada, o mejor dicho los últimos cursos, que está viviendo el Peñíscola. Más aún después de lo sucedido este pasado fin de semana cuando los castellonenses ha escrito un nuevo capítulo en su más reciente historia con ese heroico, inolvidable, título conquistado proclamándose campeón de la Copa de España que tuvo lugar en tierras murcianas después de vencer en la gran final a todo un bicampeón de Europa y del Mundo como Palma Futsal, otra de las grandes sensaciones en los últimos años del fútbol sala de nuestro país. Y además con un almeriense en sus filas como es el caso del huercalense Pani, una de las grandes figuras del fútbol sala español siendo el máximo goleador hasta la fecha en la máxima categoría a estas alturas del curso y quien por una desafortunada lesión sufrida en los cuartos de final no pudo disputar ni las semifinales ni la final de la que es una de las grandes citas del fútbol sala español. Título, justo cuando se cumplen diez años de otro hito histórico como fue el ver al Jaén Paraíso Interior ser campeón por primera vez de este mismo torneo en lo que supuso un antes y un después, que es el premio al gran trabajo que vienen desempeñando los peñiscolanos a las órdenes de Santi Valladares, uno de los grandes artífices de los grandes tiempos que les está tocando vivir a los castellonenses. Un conjunto que cabe recordar que hace no tanto, apenas dos temporadas atrás, militaba en la categoría de plata del fútbol sala nacional. Enésima muestra de que con mucho esfuerzo y trabajo detrás prácticamente todo es posible, alcanzando cotas que hace no mucho podrían parecer inimaginables. Aunque ni mucho menos el éxito que están teniendo los peñiscolanos se queda en esta histórica Copa de España. Líderes de la máxima categoría y uno de los cuatro equipos que obtuvieron su billete para la Final Four de la Copa del Rey, y encima en su caso por tercera temporada consecutiva, una de ellas incluso siendo equipo de la categoría de plata. Algo de lo que muy pocos pueden presumir en la actualidad. Pero Peñíscola ha demostrado que tiene licencia para soñar.