El sueño de los Juegos

Otra edición más de los Juegos Olímpicos llegó a su fin. Este pasado domingo concluyeron los celebrados en París y tocará esperar otros cuatro años para poder presenciar el evento deportivo por excelencia y con el que todo deportista que se precie sueña con poder acudir en alguna ocasión en su vida. Una edición, la de París, en la que hemos podido ver en acción a dos de los deportistas almerienses referentes en sus disciplicanas por el momento, y además ambos haciéndose con una medalla. Si el carbonero Agustín Casado conseguía este pasado domingo el bronce en balonmano con los Hispanos tras superar a Eslovenia, menos de 48 horas antes el roquetero Álex Baena había logrado el oro olímpico en fútbol, el cual se le venía resistiendo a la delegación española desde hace treintaidós años de que lo consiguiera en Barcelona 92. Todo ello cuando este mismo verano el futbolista del Villarreal ya había conquistado la Eurocopa, convirtiéndose en el primer almeriense en la historia que lo lograba. Un verano que Baena seguro nunca olvidará, menos aún cuando junto a Fermín ha pasado a engrosar la reducida lista de jugadores que han conseguido ganar Eurocopa y Juegos Olímpicos en un mismo año y en la que solo se encontraba el guardameta francés Albert Rust tras consiguirlo en 1984. Un hito con el que el roquetero ha pasado a la historia del deporte. Motivo por el que habría que sentirse más que orgullosos en nuestra provincia, esa a veces tan olvidada y de la que deberíamos presumir más, no solo de nuestras playas y de nuestra gastronomía, sino también de nuestros días. No todos los días se puede participar en unos Juegos Olímpicos, y mucho menos hacerse con una presea. El sueño olímpico, ese que persiguen tantos deportistas. Aunque este periodista tampoco va a negar que uno de sus sueños a nivel profesional sería poder cubrir una competición de tal magnitud como son unos Juegos Olímpicos, un sueño que tan solo unos pocos son los afortunados de cumplir. Todo ello mientras que otros, muy probablemente, nos tengamos que quedar con las ganas de por asistir a unos. El sueño olímpico está muy presente.