De ridículo en ridículo

Almería, 29 de mayo de 2025. Estimado Piñeiro, quiero pensar que detrás de todo ese asunto realmente hay algún motivo de seguridad muy importante que a nosotros se nos escapa porque de lo contrario no tiene sentido. Extraña que sin estar declarado el partido de alto riesgo ni haber ninguna alerta especial la orden sea la de no reducir la velocidad del bus para que la afición pueda disfrutar de ese caluroso recibimiento a su equipo. En otro contexto podría pensar que se hace por evitar alguna pedrada a las lunas del vehículo, pero es que la iniciativa se hace en tu propia casa. Todo huele a un castigo de los encargados de seguridad a un colectivo en concreto que luego repercute sobre todos. Cuando vi el acceso del bus en el anterior recibimiento no daba crédito. Fue ridículo. Espero que se lo replanteen.