Otro punto de inflexión

Me temo que Rubi ya se ha dado cuenta de la plantilla que tiene. Tal vez llegue a pensar que se equivocó el día de su presentación cuando repitió lo de que el objetivo era el ascenso a Primera. Palabras mayores, teniendo en cuenta de donde venimos. Una plantilla que ha tenido ya cinco entrenadores y que sigue sin funcionar. La más cara de la historia contemporánea, que se arrastró por Primera y se comió hasta tres entrenadores sin haber sido capaz de ganar un solo partido en Liga. Una plantilla que vio cómo llegó Pepe Mel al vestuario con el único objetivo de no hacer más el ridículo y a quien el club le pidió que hiciera todo lo posible porque ganase un partido –fueron más– pero muy lejos de ese sueño de llevar al equipo por pelear por puestos europeos. A esta plantilla solo se le pidió ganar un partido la temporada pasada, siendo un auténtico dolor de cabeza defensivamente hablando. Hizo que la afición no se sintiera orgullosa de su equipo, casi el peor de la Liga. A esta plantilla ahora se le pide el ascenso directo a Primera. Suena a chiste, tal y como ha arrancado el campeonato, de ahí que creo que Rubi se ha dado cuenta que esta plantilla está viciada y no es tarea fácil domarla. Igual lo consigue y todos nos echamos a la calle, pero tal y como han empezado las cosas parece que la pesadilla de la temporada pasada sigue viva, porque el equipo no da señales de competir. Ahora se habla de un nuevo “punto de inflexión”, después de haberlo hecho tras la derrotas ante Eldense y Castellón y el empate con el Eibar, y solo van siete jornadas. Ya dije que la mochila iba a ser mucho más pesada, mochila que se la ha puesto el propio club al vestuario y que no parece ser capaz de tirar de ella. Un vestuario al que todos los rivales halagan, pero eso no es lo que se está viendo en el campo. Hablaba el otro día Rubi de cambiar, pero ¡qué va a cambiar! Si son los mismos jugadores de la temporada pasada...