Aarón Martínez

Proyecto en horas bajas

La pelota no se mancha

13 de septiembre 2024 - 03:07

La primera derrota del Almería de la temporada iba a suponer la primera crisis entre plantilla y afición. Una fractura acentuada por la imagen del equipo en la segunda mitad en Elda y, especialmente, por los argumentos expuestos a los más 600 seguidores presentes en el Pepico Amat. Luis Suárez, Lucas Robertone y Gonzalo Melero fueron los encargados de entablar una conversación que, a fin de cuentas, no movió de su casilla inicial a ninguna de las dos partes. Los jugadores, que se mantienen en su burbuja de espaldas a la realidad, siguen pensando que están en la élite o, en el peor de los casos, que merecerían estar en ella. La única verdad es que están en Segunda, son jugadores de Segunda y, por suerte o por desgracia, merecen estar en Segunda por méritos propios. Los almerienses presentes en el estadio alicantino, después del desastre, pidieron explicaciones. No obstante, todos sabemos lo que hay: los mismos protagonistas del pasado año. Una herida imposible de cerrar cuando las cosas no vayan bien. Ese recuerdo provoca resquemor y miedo a partes iguales. Los mismos que evitaron a toda costa un mínimo de autocrítico son aquellos que mantienen intacto un discurso bienquedista y populista, aunque detrás de sus palabras cada vez quedan menos palmeros. Por si no fuese poco, la alarma en el apartado económico aparece con la publicación del limite salarial. El club, excedido en un importante porcentaje, no cumple con la famosa regla 1/1 de la LFP. Una incógnita financiera que aumenta la incertidumbre entre los aficionados, huérfanos de respuestas, con una directiva que no da señales de vida en el ámbito público. Mohamed El Assy, desaparecido en combate, ni siquiera es capaz de argumentar en sala de prensa la visión interna de la entidad, aunque sea con su clásica verborrea no apta para todos los públicos. Las dudas aparecen en el camino de un maltrecho Almería. Un indeciso proyecto en horas bajas.

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