El profesor Lewandowski

28 de octubre 2024 - 03:07

Una clase de instituto. Eso parece el Barça. Lewandoski rodeado de niños que este sábado se graduaron en casa del eterno rival. Ganaron, gustaron y golearon; las tres G del fútbol, como le gustaba decir al Flaco Menotti. Los dos equipos llegaban con la moral alta a un partido que podía definir temporalmente un lugar en la tabla de posiciones. Pero sobre todo se trataba de un examen a los chicos de La Masía. A ese equipo del que se dudaba qué haría en la semana clave donde no ya contra el Sevilla que está en horas bajas, sino sobre todo el Bayern de Múnich y el Real Madrid. Todos de seguido, todos de corrido. Ahí veríamos si el profesor Lewandoski y sus chiquillos daban la talla en eso que se llama la élite del futbol europeo. Los caras sucias. Los que en su gran mayoría están esperando saber cómo va a ser la selectividad tomaron el Santiago Bernabéu y le endosaron cuatro goles a ese equipo que hacía un par de días le daba vuelta -una vez más-, el resultado al Borussia Dortmund. Cinco goles al Sevilla, cuatro a los alemanes y otros cuatro al Madrid, son muchos goles que hablan de la precisión de este reloj alemán que está montando Hansi Flick. El partido empezó parejo y en la segunda mitad comenzaron a verse las costuras al equipo de Ancelotti al que se le nota poco trabajado. A nivel colectivo la precisión en los fuera de juegos en ambas áreas, hablan de los automatismos, una clase a la que a Mendy no asistió. A nivel individual, el profesor Lewandoski acertó todas las que Mbappé no supo convertir y eso sin dudas decantó la balanza. En el primer gol del Barcelona, el polaco fue habilitado por el marcador de punta blanco. En el segundo, un cabezazo de alta escuela en el salto, en el giro de cuello y en la ubicación del balón lejos del alcance de Lunin, hablan de la vigencia del centrodelantero blaugrana. De ahí en más, el local se desquició. Hasta Carletto perdió los papeles con un asistente del banquillo visitante, por un aparente exceso de efusividad en el festejo. Y esas cosas son de trabajo durante la semana. Porque cuando las individualidades no te resuelven la papeleta y ocultan el desorden, suceden estas cosas. El Barça noqueo al Madrid en su propia casa. Topuria a la misma hora, noqueó a Holloway.

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