Problema de interés

Esta semana terminé el documental ‘No tenéis ni p*** idea’, disponible en Movistar+, y que no solo permite comprender la figura de Luis Enrique, su protagonista, sino que ayuda a entender la cantidad de horas, preocupaciones, análisis y obsesiones que se esconden detrás de cada entrenador. El del fútbol es un mundo repleto de tensiones, con millones en juego, intereses de todo tipo y pasiones desatadas que pueden arrastrar psicológicamente a cualquiera. Aunque con un buen sueldo que lo justifica. No obstante, es por esto por lo que a la hora de analizar lo que está sucediendo con la UD Almería se antoja complicado banalizar el trabajo de Rubi, inmenso y pormenorizado a buen seguro. Sin embargo, es igualmente incomprensible que, con la de horas de desempeño que con total certeza se esconden tras este cuerpo técnico, llevemos dos meses de competición viendo los mismos errores groseros, garrafales y amateurs. Porque no se explica que este plantel se haya plantado perdiendo por dos goles en cinco de los nueve choques hasta la fecha con una ausencia total de intensidad y hasta de interés defensivo por parte de los futbolistas rojiblancos. Tampoco se comprende cómo el balón parado continúa siendo una completa odisea, por qué los centros laterales son tan peligrosos como un penalti o qué ocurre para que la presión que realiza el equipo sea tan anárquica. Lo lógico sería apuntar al técnico, encargado de hacer que los suyos interioricen estos mecanismos, y, por supuesto, Rubi tiene una buena parte de culpa de esto como integrante y director del vestuario que es, pero estos futbolistas han tocado fondo con otros tres entrenadores más. Por tanto, cabría pensar que ellos no están poniendo todo de su parte para dejar atrás esta situación, porque para salir concentrados a los partidos, seguir a tu marca en los córners o presionar de forma organizada no hace falta tener un doctorado. Tampoco que te entrene Luis Enrique. En realidad, solo hace falta interés.