¿Por qué?

Por momentos piense usted qué le podría ocurrir si delante de la policía, en la vía pública, pongamos por ejemplo un parque de la ciudad, arroja basura al suelo y deja todo hecho un asco. No hace falta que me lo diga. En Almería su ayuntamiento tiene herramientas para condenar ese tipo de actos incívicos que,por lo visto el pasado sábado en el parque que hay junto a la calle Árbol de la Seda, junto al Estadio Mediterráneo, solo afecta a los almerienses y no a los que nos visitan. Aún recuerdo las palabras del otrora alcalde de la ciudad y hoy consejero, don Ramón, cuando tras el ascenso a Primera dijo aquello de que “vendrán de otros lugares a llenar nuestros bares, restaurantes y hoteles”. Pues sí, vinieron y no es la primera y no sabemos si será la última vez que eso ocurre. Hecho un asco dejaron el parque los aficionados del Sevilla que viajaron hasta Almería para ver el partido de Copa del Rey. Una vergüenza pero ¿por qué la policía no hizo nada y eso que había bastantes efectivos? No digo que la policía recogiera la basura, no es su cometido, pero no me consta que hubiera denuncia alguna hacia esos seguidores por su comportamiento incívico. Los almerienses no tienen el mismo trato que los que nos visitan, y ese es un ejemplo muy claro. Esos seguidores, que no recogieron absolutamente nada de lo que fueron tirando al suelo, entraron en el campo, vieron el partido y luego, tan panchos, se subieron a los autobuses y se fueron a su casa, dejando toda la mierda en Almería. ¿Actuará lo mismo la policía si sorprende a nuestros jóvenes haciendo un botellón en cualquier plaza de la ciudad? Porque lo del sábado pasado no fue un botellón, fue un macrobotellón, y no pasó nada, o no les pasó nada a los que dejaron el parque como lo dejaron ante la sorprendente mirada de los vecinos atónitos, habida cuenta de la pasividad de la policía allí presente.