Ojalá me equivoque

Me encantó el reportaje de Javier Góngora acerca de los jugadores del filial que han tenido la oportunidad de debutar con el primer equipo y que se crearon una ilusión que jamás llegó a cristalizar. Muy bonito, con muchas horas de radio y páginas en los periódicos acerca del debut de jugadores canteranos, formados en las bases del conjunto rojiblanco y que alcanzaron la cima de poder jugar con el primer equipo. Pero mucho me temo que, dados los precedentes, se trata de la antesala de la salida del equipo sencillamente por falta de confianza y de oportunidades, no solo en esta nueva etapa, también cuando estaba Alfonso García. Romera, Vélez, Hicham, Marín, Zongo, Gilbert, Albiar, Tarrés o Robles son algunos ejemplos de jugadores que llegaron a debutar con el primer equipo siendo parte del filial y que nunca tuvieron continuidad. ¿Falta de confianza o entrenadores muy poco valientes? Porque si llegaron al primer equipo es porque tenían fútbol para ello. La pena es que eso quedó tan solo en “anécdota” y poco más. Y seguro que hay más ejemplos a lo largo de todos estos años. Ojalá me equivoque con el futuro de Marcos Peña (quien aún no ha gozado de ni un solo minuto con el equipo a las órdenes de Rubi, siendo un “fijo” con Mel) y con Valen y podamos verlos como rojiblanco muchas veces. ¿Qué tienen dinámica del primer equipo? Ellos y otros tantos, de los que se dice que les ayuda a crecer. Un “sabio” y que de fútbol sabe mucho y hay que aprender de él, como es Vicente del Bosque, -único seleccionador que nos ha dado un Mundial- dijo hace unos años que para promocionar un producto de la tierra “se crece jugando”, y creo que no le falta razón. Estamos viendo en las últimas temporadas jugadores muy jóvenes debutar, futbolistas que han seguido gozando de la confianza de unos entrenadores que han apostado por ellos, pese a su juventud y a su falta de experiencia, pero hay que apostar, ser valientes porque en ganas y en ilusión nadie les va a ganar (jugadores) y el compromiso va a ser altísimo.