No sean oportunistas

Hay que reconocer que tienen su arte. Meses y meses pasando de puntillas para evitar las críticas al equipo y toda una semana en la que, por sus palabras, parece que la UDA está ya en Primera División. Por si había dudas, hablo de los oportunistas. Aquellos que reparten carnés de cómo ser buen aficionadoy qué palabras elegir en cada momento con una ristra de elogios y quiebros lingüísticos para eludir el último mes liguero. La cita contra el Burgos es una magnífica oportunidad para crecer y evolucionar futbolísticamente. Especialmente por la buena labor de Rubi y de los jugadores elegidos en este encuentro. Ahora, el horizonte es tan incierto como peligroso. No caigamos en la trampa jugando al solitario. Las dinámicas, en este caso una muy perdedora, no cambian de la noche a la mañana ni por arte de magia. Ni los que eran tan malos son tan buenos ahora ni los seguidores han olvidado el tenebroso pasado que ha acompañado a la entidad este 2024. Tampoco creo que haya que hacerlo. El estadio firmó un armisticio temporal tras ver el mejor partido más de un año después. Ahora, la tregua durará lo que quiera la plantilla indálica. La importancia de mantener la buena imagen, incluso más allá de los resultados, es fundamental para seguir construyendo una relación que pasaba por sus horas más bajas. Las cuatro patas de Unai Emery serán claves para entender el futuro a medio plazo de esta campaña. No obstante, las lecciones y, sobre todo, las peticiones públicas de pedir perdón a algunos de los miembros del plantel unionista sobrepasan los límites establecidos. No por nada, sino porque un rapapolvos en Oviedo vuelve a colocarte en una posición de debilidad. Prácticamente todos queremos lo mejor para la UDA, pero sin alardes. No sean oportunistas, queridos.