No hay mucho misterio

20 de diciembre 2024 - 03:07

Que el equipo ha cambiado y mucho, es una realidad. Esta plantilla, muy mala y con un nivel competitivo impropio del fútbol profesional, que la temporada pasada batió todos los registros negativos habidos y por haber, acabando arrastrándose por los campos de fútbol y bajando de categoría tras necesitar hasta cuatro entrenadores para ser capaz de ganar un partido, parece otra. Y lo parece gracias a la persona que creyó en ella, ya que con el desastroso arranque de liga que tuvo, solo él seguía apostando por ellos, cuando desde fuera se olía que iba a ser más de lo mismo, ya que el equipo no daba una a derechas. Poco a poco a poco, con el avance del calendario y, lo que es más importante, sumando puntos, la plantilla ha ido haciendo equipo y el éxito de ese cambio hay que atribuírselo a Rubí. Él ha sido, junto a su grupo de colaboradores, quien ha cambiado por completo a la plantilla, haciendo que disfrute del fútbol después de una temporada que fue un auténtico calvario para la afición, que ahora sí que cree en ellos y puede sentirse orgullosa de ese grupo que tantos disgustos le dio la temporada pasada. Cinco han sido los entrenadores que han tenido que pasar por el vestuario para hacer funcionar a un grupo que parecía no tener arreglo y del que se pedía allá por el mes de junio que los dirigentes hicieran borrón y cuenta nueva. Como dijo desde su llegada a Almería, Rubi fue el único que creyó en ellos y por eso hay que felicitarle. Está claro que ni la Liga ha terminado ni está todo hecho, pero este cambio a bien y el hecho de devolverle la ilusión a la gente es merecedora de que en estas Navidades (qué pena que María del Mar ya haya hecho su elección), Rubi fuera uno de los Reyes Magos de la Cabalgata. Uno de los tres tronos que pasearán por las principales calles de la capital. Rubi no será Rey, pero “mago”... Algo debe de tener, no solo una barita mágica, como ha demostrado en estos meses.

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