No es fútbol, es laliga

En el enésimo capítulo de ‘la mejor liga del mundo’, esa competición que no paró ni tras la peor catástrofe natural del país en el último siglo, la publicación de los nuevos horarios perjudican los intereses del Almería. Ni 72 horas de diferencia entre el encuentro frente al Córdoba (miércoles 27 a las 19:00) y del Granada (sábado 30 a las 16:15). Solo el conjunto de Rubi, de los seis equipos que recuperan el partido aplazado del pasado fin de semana, jugará en jornada sabatina. Un serio perjuicio para una plantilla que tendría solo dos días para recuperar y preparar un duelo importante como es el derbi regional contra los nazaríes. En resumen, un despelote organizativo de aquellos que cada año montan varios embolados más propios de la competición que juegan el grupo de amiguetes un fin de semana que de un torneo oficial con casi cien años de historia. Rubi ya ha puesto sobre la mesa que lo más lógico sería cambiar una de las dos fechas. Faltaría más, ya que en caso de no cometerse esa necesaria modificación estaríamos hablando de una auténtica canallada. No obstante, ha llegado el punto en el que tampoco sería demasiado extraño teniendo en cuenta lo que hemos llegado a ver en los últimos tiempos. Aunque, ¿para que irnos tan atrás? Si hace unos días se festejaron goles a pocos kilómetros de un lugar en el que se sacaban cadáveres de casas completamente destruidas. Si ‘el pueblo salva al pueblo’, el fútbol español se ríe del pueblo. Toda una nación hundida y el balón no se para. La pelota solo se mancha en las calles de Paiporta, Utiel o Sedaví por esos niños que han logrado dejar estampas conmovedoras que reflejan la grandeza que siempre tendrá el fútbol en su esencia más pura. Pero no trates de entenderlo: no es fútbol, es LaLiga.