Jugar a no perder

26 de agosto 2024 - 03:07

Cuando no se puede ganar, empatar no es malo, solía decir Alfredo Di Stéfano, sabio del fútbol, allí por donde hoy vaya eterno en el universo. Pero si hablamos del encuentro disputado este sábado entre Getafe y Rayo Vallecano, la contienda se convirtió en un duelo que marca un registro único desde que los datos de todo lo que sucede dentro de un campo de juego se vuelcan como datos en un ordenador; este sábado a la noche, ninguno de los dos veintidós jugadores que estaban sobre el verde dispararon entre los tres palos durante todo partido. El detalle no sería menor, si no habláramos de que la gracia del deporte es introducir la pelota dentro de la portería. No fue tampoco porque no se les haya ocurrido, fue, entre otras cosas, por falta de puntería o capacidad técnica. Así se desarrolló otro de los derbis madrileños, donde el gol brilló por su ausencia y el bostezo de los valientes aficionados fue otro de los elementos comunes de una partida que se jugó en el medio campo, conscientes ambos que estos son los duelos en los que se suman o se restan los puntos que al final te permiten acercarte al objetivo, que en este caso es huir de la zona roja de la clasificación. Getafe y Rayo juegan a eso, a no descender, y de ahí para adelante, todo lo que venga es un bonus y motivo de celebración. También el sábado, ambos equipos concretaron el primer empate a cero en lo que va de campeonato. Los de Vallecas en los últimos quince años, sobre todo con Paco Jémez al frente de la escuadra, trataron de refinar la manera de tratar al balón, pero tras encajar goleada tras goleada, su futuro, de manera intermitente, fue la Segunda División. En el Geta, Bordalás parece el técnico que ha nacido para dirigir a un conjunto que, también, cada vez que intentó jugar a otra cosa, se le torció la dirección. Ante cada míster caído, la figura de Bordalás se alzó como la solución para escapar del descenso. Sus equipos son eso, en especial el azulón; duros y rocosos, que estiran todo lo que da de si un reglamento. Son sus armas y no hay ninguna discusión. Ellos no juegan, como suele decirse, para dar espectáculo. Juegan a no perder.

stats