Penal y gol es gol
La pelota de la paz
El crecimiento de los beneficios empresariales es el factor clave que sustenta un ciclo alcista de la bolsa. El período 2022-2024 ha supuesto en general una fase de cierto estancamiento de los beneficios, si excluimos al sector tecnológico que se ha visto impulsado por la Inteligencia Artificial. Detrás de ese estancamiento estarían las turbulencias creadas por las subidas de los tipos de interés, el shock energético y la crisis de China entre otros. De acuerdo con las previsiones de consenso, estaríamos dejando atrás esa fase y se espera que los beneficios globales de las empresas cotizadas crezcan a tasas superiores al 10% anual en los dos próximos años.
Los resultados que han empezado a publicar las compañías del tercer trimestre reflejan ese comportamiento todavía divergente entre los diferentes sectores, pero todos ellos proyectan una senda de mejoría para los próximos trimestres. Entre los sectores donde vemos una recuperación más sólida para 2025 destacamos el sector salud y el sector industrial. El sector salud se ha visto afectado en 2023-24 por el fin de las ventas relacionadas por el Covid y la expiración de algunas patentes de fármacos de gran consumo, pero las tendencias demográficas y los continuos avances tecnológicos del sector nos hacen esperar una vuelta al crecimiento sostenido en los próximos años.
El sector industrial, por su parte, se favorece igualmente de la esperada aceleración cíclica de los beneficios a corto plazo. Adicionalmente, creemos que en la próxima década su crecimiento estructural va a ser superior al pasado por su exposición a muchas de las temáticas de crecimiento ligadas a la disrupción tecnológica y la transición energética. Por todo ello, creemos que son dos sectores que deben tener un peso significativo en las carteras enfocadas al medio-largo plazo.
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