Visto y Oído
Lalachus
Cartas Británicas
En la mitología griega, la caída de Ícaro nos recuerda la importancia de la moderación, el equilibrio y el conocimiento de nuestros propios límites. Simboliza las consecuencias de la arrogancia y el exceso de confianza. La temporada 2023-2024 fue, para el Almería, un poco eso. En la temporada que invertimos más dinero como club y creímos no tener techo, nuestra caída fue tremenda. Este 2024 que despedimos ya lo empezamos con esa dinámica negativa. Nos habíamos ido a las vacaciones de invierno como colistas después de un robo en Montjuic ante el Barcelona. Pero ese robo no tuvo nada que ver con el que sufrimos en el Bernabéu. Aquel equipo, con Garitano en el banquillo, estaba sentenciado casi desde el verano, cuando Iraola se marchó a Inglaterra y el club no tenía preparado un plan B. Tuvimos que esperar hasta el 17 de marzo, con Pepe Mel en el banquillo, para celebrar el primer triunfo desde el inicio de la temporada y de 2024. Luego lograríamos 2 más antes del verano, consumándose el descenso. La llegada de Rubi tenía que frenar esa caída libre, aunque en el club confiaban en remontar el vuelo. A pesar de un arranque liguero complicado y continuista, lo cierto es que el técnico catalán, con la misma plantilla, ha sido capaz de voltear la situación y si en la mayor parte de 2024 estábamos más acostumbrados a no ganar, en el ultimo trimestre celebramos más victorias que otra cosa. Hemos acabado 2024 por todo lo alto y el Almería, como el Ave Fénix de la mitología griega, ha resurgido de sus cenizas y mira al futuro con optimismo. Dicho esto, si bien Rubi y sus jugadores han sido capaces de cambiar la dinámica, recuperando sensaciones que parecían olvidadas, el club no debería caer en el error de creer que el ascenso es un hecho. Hay que reforzar el equipo. La segunda división es tan difícil como traicionera, y no conviene ponernos piedras en nuestro tejado dejando la plantilla corta para afrontar la segunda vuelta, y los regresos de Lázaro Vinicius, tras cesión, y Robertone, tras lesión, son independientes de esos refuerzos que necesitamos. Y esos refuerzos los necesitamos desde ya, no al final de enero. Con la posibilidad del ascenso, la ciudad deportiva y la fase 2 de la remodelación del estadio, el 2025 promete.
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