Penal y gol es gol
La pelota de la paz
Hay días que amanecen grises. Ayer miércoles fue un día triste para la familia de la hostelería en Almería y del flamenco. Pedro Segura López, actual propietario de La Taberna Sacromonte en pleno corazón de la ciudad, fallecía a los 72 años.
Pedro era una persona especial con una personalidad arrolladora y con gran carisma. Lo quería todo el mundo en general y el mundo del flamenco siempre lo ha adorado. Amaba su profesión y le gustaba el arte, por eso ayer el mundo del flamenco lloraba tras conocer su muerte.
Nacido en el barrio de Pescadería el 14 de enero de 1951, Pedro Segura fue un niño muy despierto, muy inteligente y con una sensibilidad especial. Estuvo trabajando en una zapatería poco tiempo para luego llegar a la hostelería siendo muy jovecinto.
Toda su trayectoria profesional ha sido en la hostelería aunque el flamenco era una forma de vida de Pedro, puesto que su padre amaba el flamenco y siempre escuchó en su casa flamenco. Como gran amigo tuvo a Juan Carmona Habichuela, que era su consuegro, aunque su ‘hermano del alma’ fue Don Enrique Morente, el genio del cante.
Estuvo muchos años trabajando en La Reguladora, para pasar luego a la Peña Jueves Taurinos y finalmente se dedicó a la Taberna El Sacromonte, un lugar de referencia a nivel nacional.
Ha sido una persona muy familiar, donde su esposa, Lola Fuentes y sus dos hijas, Lola Segura y María Segura eran lo principal en su vida. Su concepto de la amistad era auténtico, siempre fue una persona súper leal y adoraba a su yerno, Juan Carmona.
La misa funeral es este jueves a las 10 horas en el Tanatorio de Almería. En el funeral sonará la voz de Enrique Morente, una persona a la que Pedro quería con locura, como si fuera su hermano. Ahora los dos ya están en el cielo. Arte con arte.
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