Los héroes de la vergüenza

Desconozco cuáles son sus nombres, sus edades y domicilios. No lo sé ni me interesa. Hablo de los ‘héroes’ de la batalla campal que defendieron con ‘deshonor’ el nombre de Almería y UDA, en el otro derby de Córdoba, el callejero y de la vergüenza, para dirimir quién era más imbécil. Lo suyo, el de un bando y el otro, con sus aliados de Jaén y Linares, fue una sinrazón demencial solo al alcance de auténticos tarados, descerebrados que tienen la cabeza para llevar el pelo. Hay que ser muy así para recorrer unos 650 kilómetros, entre ida y vuelta, para ir a pegarse contra otros de su misma ralea, y romper todo lo que se pone en su camino, y ninguna motivación ayudaría a entender lo sucedido. Han sido identificados una veintena, que tendrán que afrontar la factura, con opciones de que sean sus padres quienes tengan que rascarse el bolsillo por los juegos de sus pequeños. Se dicen llamar seguidores ultras de la UDA y les sobran algunos de estos apellidos. El fútbol no necesita de gente que esconde sus frustraciones personales detrás de una camiseta o bandera. No representan, además, a nadie salvo a ellos mismos, y mal. El fútbol es universal, pero este deporte maravilloso no lo mejoran estos miserables, tontos con iniciativa que buscan protagonismo y se refugian como afición, y no sé ni por qué ni para qué. Desconozco lo que puede hacer o ha hecho la UDA para quitarse de encima a estos indeseables Hijos del Mal, candidatos carcelarios de libro, y borrarles como abonados. Todo mi desprecio e indignación.