Jorge Colipe

Héroe del silencio

Penal y gol es gol

08 de julio 2024 - 03:09

Así, callado, sin estridencias ni ruido mediático, Mikel Merino se convirtió en el héroe español que marcó el segundo gol para dejar fuera a Alemania de la Eurocopa que se juega en su casa. Cuando ya se jugaba la prórroga, cuando el rival amenazaba con enviar sus panzer a la caza del rojo, el jugador que viste la zamarra número 6 de España, que había ingresado al terreno de juego un rato antes, se elevó paralelo al balón, abrió sus piernas, miró el esférico que también contemplaban Rüdiger y Kroos, giró el cuello firme e impactó la pelota que fue a parar al fondo de la red fuera del alcance de Neuer. El mediocampista no estaba en los planes de nadie y apareció como un héroe anónimo y silencioso para dar a la Roja su pase a semis. Es preciso decir que el tanto es de impecable ejecución, y conozco a más de uno que ha tenido que llevar collarín solo por intentarlo. La calidad técnica del golpeo y la belleza del tanto me hizo acordar a las enseñanzas de Pelé en aquellos documentales que veíamos con mi padre tumbados en el sofá de casa, cuando O´Rei enseñaba a cabecear a los aprendices de futbolistas. Me trajo a la memoria a Puyol en el Mundial, cuando le pidió a Xavi una pelota abierta a saque de un córner para entrar desde la segunda línea y sacarle billete de vuelta a los teutones, con Neuer otra vez como espectador de privilegio. Son jugadores casi invisibles que de repente hacen historia. Goles que te dan campeonatos, alegrías y prestigio. Merino hizo un gol que le pone en la vitrina, le otorga visibilidad mundial y encarece el valor de sus acciones. El de la Real Sociedad convirtió un tanto de los que se inscriben en los libros de historia del fútbol como el del uruguayo Ghiggia que en 1950 silenció a todo el Maracaná. Un cabezazo de alta escuela que la justicia futbolera quiso que fuera en el mismo estadio, en la ciudad de Stuttgart, donde su padre, Miguel Merino, marcara hace 33 años. De ahí la celebración vintage, para que los 7000 de allí y los 47 millones de aquí gritemos de alegría y pensemos en francés.

También te puede interesar

stats