He venido a hablar de mi libro

236 días después, Mohamed El Assy al fin compareció ante los medios de comunicación. Un tiempo en el que la UD Almería vivió y sigue inmerso en la etapa deportiva e institucional más complicada desde la llegada de la nueva propiedad. Temas había encima de la mesa de sobra. Pero respuestas que resolvieran las dudas de una comunidad rojiblanca huérfana durante un año y medio, cero. No piensen que fijó fechas de la fase dos o de la Ciudad Deportiva, que dio explicaciones de la poca presencia de la entidad en el mercado de fichajes o que respondió a la anticompetitividad de un equipo que niega la mayor a conjugar el verbo ganar. Al igual que en su última comparecencia pública, el CEO del club volvió a presumir del “gran sueño” de ‘La Academia’, ese que despierta cada vez más incertidumbre ante las falta de noticias. También tuvo tiempo para excusar la negligente gestión en el mercado veraniego sacando pecho de una plantilla que tan solo le ha dado a la familia indálica una alegría como local en 500 días. En lugar de entonar una autocrítica más que necesaria, El Assy decidió tirar fuegos artificiales durante una hora y media. Eso sí, no faltaron los palos a la gestión de la pretemporada de Vicente Moreno. No voy a defender a uno de los peores técnicos de la historia del Almería, pero es un hecho indiscutible que en el último año han pasado hasta cinco entrenadores por el banquillo rojiblanco. Digo yo que existe una grandísima cuota de responsabilidad por parte de un equipo que, en palabras del propio Mohamed, descendió en enero. Tampoco hubo espacio en la comparecencia para dirigirse a una afición que cada vez se distancia más de la entidad y el plantel. Una marea unionista que ha batido récord de abonados en Segunda División, a pesar de ver cómo la institución borró de un plumazo las gradas supletorias del Mediterráneo. Lejos de realizar un ejercicio de reconciliación desde el espíritu crítico, El Assy reapareció ante la prensa, como siempre, para hablar de “su libro”.