Feria Taurina en AlmeríaUna Feria para disfrutar

La feria taurina siempre ha sido para disfrutar, la preparación de las meriendas o encargo de las mismas, el ataviarse las mujeres con trajes de flamenca y flores en la cabeza, este año hemos recuperado la tradicional mantilla blanca en los palcos —dicha asociación que está trabajando durante todo el año sino que le pregunten a Carmen Alcaide— su padre es un gran aficionado, estuvieron en el día de Ponce reivindicando que la mujer en los palcos vaya ataviada con la mantilla, daba alegría ver a la gran mayoría de los 64 palcos con afluencia de público. También nos alegró ver la nueva vestimenta de los operarios de la plaza con camisa y pantalón blanco y fajín con los colores de la bandera nacional y zapatillas rojas.

Nos gustó que el cemento de los tendidos se cubriera por espectadores en tres cuartos del aforo como hacía años no se veía en los mismos. Podríamos decir que la empresa lances de futuro esta en la senda de ofrecer una cartelería más que importante. Enrique Ponce se despidió brindándole el toro a su pareja Ana —un brindis de despedida en su tierra de adopción—, tuvo que saludar al respetable y dio dos vueltas al ruedo a los gritos de “torero, torero”.

La puerta grande se abrió a los compases de Puerta Grande de la autora Elvira Checa por la que en volandas salió la terna, con premura Roca Rey para el aeropuerto en vuelo privado a Bilbao, Ortega a disfrutar por unas horas de la exquisitez de su toreo y Ponce a ir con la familia a disfrutar por unas horas en este triunfo, que les lleva a los actuantes a la feria de Bilbao.