Las estadísticas no ganan partidos

Mucho se está hablando estos días del del mal partido del equipo de Rubi en Elda, que nos hizo recordar tiempos pretéritos. De ahí el enfado no solo de la gente que estuvo presente en el campo, sino también en la distancia. Hoy en día todos los partidos se pueden ver. No es como hace unos años. La sensación que dejó el equipo fue muy pobre y preocupante. Pobre porque no fue ese equipo poderoso, superior y candidato número uno al ascenso directo; preocupante porque se fue perdiendo según avanzaba el encuentro, en una segunda parte horrible sin un remate entre los tres palos. Bien es cierto que en el primer tiempo estrelló dos balones en la madera, pero eso no es suficiente para ganar un partido, que en definitiva es de lo que se trata y para ello tienes que meter la pelotita en la portería contraria. Los números no avalan el trabajo, ni en este partido ni frente al Sporting, donde el Almería tuvo más posesión y ocasiones de gol, pero eso no vale para la clasificación. Solo vale ganar, haciendo más goles que el rival. Las estadísticas están ahí, y no mienten, más aún cuando en el fútbol actual se utilizan una serie de herramientas que te dan datos objetivos de cómo ha ido el equipo durante el partido, pero el fútbol sigue siendo como hace muchos años: para ganar solo tienes que hacer un gol más que el adversario. Lo demás son datos que pueden ayudar, pero eso no se ve reflejado en la tabla. ¿Cuántas ocasiones de gol y cuántos remates a puerta frente al Sporting? ¿Cuántas ocasiones de gol y remates frente al Eldense? Lo que cuentan son los puntos y de seis en juego en los dos últimos partidos solo ha sumado uno. ¿Insuficientes para lo que aspira? Claro que sí. Las sensaciones pueden ser las que sean, pero de eso tampoco hay una clasificación. Es cierto que esto no ha hecho nada más que empezar, pero ya han pasado cuatro jornadas que no volverán.