Espejismo

Espejismo es lo que vi esta, después de 39 ferias vividas de Almería. Y vi esos palcos llenos de colorido, olores y sobre todo sabores, mantones como en ninguna plaza y gran ambiente. Pero claro eso fue la tarde de Roca Rey. Eso sí, al menos parece, aparentemente, que poco a poco se recupera una afición que antaño llenaba esta plaza. Pero centrándome en lo taurino vemos que los actuantes se han retratado tal como son. Y como nombre propio Enrique Ponce, la despedida de una tierra muy suya por obra y gracia del amor. Lidió Ponce en su adiós toros de El Parralejo y fue en encierro en conjunto ideal para el toreo. El de Chiva fue el de siempre, técnico, templado, fácil y cortó tres orejas. La corrida transcurrió por los cauces del éxito. La faena de Juan Ortega, para torear por las calles, más despacio no es posible. Roca Rey no suele fallar y ahí quedaron sus tres orejas también. Esta sin duda fue la corrida de la Feria. Falló el público el jueves pero, claro, era de esperar, salvo Jorge Martínez, que es casi de la tierra, no eran toreros de llevar gente a la plaza. Los toros de Castillejo de Huebra se movieron y en conjunto sirvieron con alguno más mansito. Se vio la solvencia de Ureña pero en tono menor, Fernando Adrián dejó su tarjeta de visita de torero poderoso, bullidor y con largo camino por delante pero no es torero taquillero ni mucho menos. La clase la puso Martínez tanto en su primero como en el sexto que fue algo más complicado. El cierre fue la salida a hombros de Talavante, lo vengo viendo en estado de gracia toda la temporada. Suma y sigue. Guillermo Hermoso no estuvo fino con el rejón de muerte en el que abrió plaza y le cortó la oreja al cuarto. Glorioso Morante en el de Domingo Hernández que hizo primero pero el público se mostró frio.Le cortó un apéndice auricular. También faena a modo en el de Cuvillo pero pinchó. En definitiva vi un espejismo en el ambiente de otros tiempos mejores pero también vi un atisbo de recuperación de la afición a la que tanto aprecio.