Un día para el recuerdo

No fue ni mucho menos un día cualquiera el de este pasado miércoles 8 de enero para quien aquí suscribe estas líneas. Una fecha en la que este periodista por un momento dejó aparcado a un lado el teclado y se vistió de corto para realizar su debut en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, ese en el que seguro que alguna que otra vez más de uno ha soñado jugar en él. De ver tantos y tantos partidos en sus gradas o en su tribuna de prensa a estar ahí sobre su terreno de juego, ese que tantos emblemas de la UD Almería y del fútbol español han pisado en las últimas décadas desde su inauguración y que apenas unos días atrás había visto como los rojiblancos firmaban una sensacional remontada ante todo un equipo de Primera División como el Sevilla en la Copa del Rey, con las botas puestas para por momentos sentirse como si de un verdadero futbolista se tratase. Algo que, por mucho que no se tratase de un encuentro oficial sino de una simple pachanga de periodistas frente al cuerpo técnico de Rubi encabezado por el propio técnico catalán, uno difícilmente hubiera podido llegar imaginar tiempo atrás. Menos aún cuando el aquí firmante hace ya mucho que vio como el sueño de llegar a ser algún día futbolista profesional, o incluso poder dedicarse a este deporte en categorías más bajas, se esfumaba por completo. Así, no cabe duda que poder calzarse las botas para disputar unos minutos sobre la hierba del Estadio de los Juegos Mediterráneos ha sido todo un privilegio para quien aquí se encuentra escribiendo estas líneas. Un momento que sirvió para comprobar una vez más el porqué uno no se dedica a esto teniéndose que conformar con poder disfrutar de este deporte desde el otro lado ejerciendo como periodista, profesión a la que muchos hemos llegado después de acabar siendo unos futbolistas frustrados. Un día que, por mucho que no se saldase con victoria y acabara apareciendo una inoportuna lesión de esas que uno no había sufrido ninguna hasta el momento ni cuando aún jugaba, difícilmente uno podrá llegar a olvidar permanenciendo para siempre en el recuerdo y quién sabe si poder revivirlo más adelante.