Desnudez

El Barcelona quedó expuesto y al desnudo este sábado en Pamplona después de caer de forma inapelable ante Osasuna. Perder siempre está dentro de las posibilidades y en un calendario exigente por la cantidad de encuentros que se deben disputar y la amenaza de huelga de los jugadores, la gran preocupación de los entrenadores, es cuidar de sus efectivos. Y si de algo anda escaso el Barcelona es de soldados, que reemplaza y muy bien, tirando de reservistas. Al menos eso es lo que explicó Hansi Flick, técnico blaugrana, después del partido y el antecedente le avala. Pero a lo mejor el técnico alemán no evaluó debidamente la entidad del rival, su feudo, su historial esta temporada jugando en casa o las señas de identidad del Rojillo, una escuadra siempre dispuesta a dejarlo todo en el campo de juego, porque sabe que las desigualdades en calidad, se compensan corriendo. El mismo equipo que rompió la racha del Tata Martino, haría lo mismo con esta joven formación made in masía. Tampoco el míster blaugrana especuló con el gran derby que el domingo enfrentaría a Atlético-Real Madrid, que sea cual fuere el resultado, jugaba en favor del líder de la liga. En ese contexto el DT visitante decidió dejar a la mitad del equipo titular en el banquillo y pasados los primeros 45 minutos, los dos goles de desventaja, marcarían el desarrollo de la disputa que se hizo cuesta arriba para el visitante. El local ganó con justicia, un buen planteamiento, una asfixia constante y la veteranía de sus jugadores claves. Párrafo aparte para Bryan Zaragoza que ha encontrado en el Barça a su presa preferida. Tres defensores de instituto secundario, no fueron suficientes para frenar el entusiasmo pamplonica. Koundé, el único que no descansa con Flick, soñó con el ex del Granada y Budimir puso todo lo que sabe, que no es poco, para romper una línea con demasiada inexperiencia. Pero el Barça no tiene más que eso y si no juegan los titularísimos, no marca diferencias. La enfermería llena y la plantilla corta, lo obligan a mostrarse tal cual es. Desnudo, adolescente y presa de los nervios, tropezó, aunque la derrota no signifique demasiado en la suma de la tabla.