Cosa de locos

Imagino a Rubi a lo Ancelotti, tras perder ante el Barcelona: “Nos volvemos locos. Son partidos de pretemporada y no es importante para nosotros el resultado”. Pues sí, estamos locos. Somos, en concreto, 15.000 locos los que hemos cerrado la campaña de abonos al adquirir todos los asientos que había disponibles. 12.000 habían renovado pese a presenciar una de la temporada más bochornosas de nuestra historia y pese a que, a día de hoy, salvo la novedad de Melamed, cuyo fichaje se gestó hace meses, la plantilla la componen los mismos culpables del esperpento del curso pasado. Así que sí, estamos locos. Y seguramente seamos masoquistas. El regreso de Rubi es a lo único que podemos agarrarnos esta temporada, pero lo visto hasta la fecha no invita al optimismo. Hay jugadores cuya continuidad en el club podría considerarse hasta un insulto. Hay otros que, por mucha calidad que se le intuya, no parecen saber por donde les viene el viento o, lo que es peor, ni se molestan en saberlo. Melamed ha dejado algunos destellos, pero no es suficiente. Necesitamos ver una predisposición y una actitud diferentes a lo que vimos el año pasado y, desafortunadamente, seguimos viendo la misma apatía, ineptitud y errores groseros. La competición empieza en apenas dos semanas. La pretemporada solo ha servido para constatar que la plantilla necesita unas mejoras más que evidentes y que el tiempo apremia. La temporada pasada, para cuando se cerró el mercado, el daño ya estaba hecho. Solo Emery pudo ser capaz de revertir la situación empezando la liga con tres derrotas seguidas, pero aquellos eran otros tiempos, la categoría era distinta y la plantilla era bastante competitiva. Quiero creer que Rubi, de puertas para fuera, intenta transmitir tranquilidad, pero confío en que esté apretando al club para que le den la plantilla que necesita. Si de verdad cree que con la actual nos basta, tenemos un problema más grande de lo que nos pensamos, porque en el ascenso tenía a Sadiq Umar. Ahora no tenemos ni eso...