La Ciudad Deportiva, una urgencia

Es innegable que todo club de fútbol profesional que se precie necesita de una Ciudad Deportiva para poder desempeñar su labor con los recursos adecuados y de la mejor manera posible. El caso de la UDA no debería ser una excepción. Ya han transcurrido cinco años desde que Turki Alalshikh desembarcase en tierras almerienses. Y más de un año se ha superado ya desde que el saudí, no el club, comprase unos terrenos en El Toyo destinados a construir la tan ansiada y necesaria Ciudad Deportiva. Sin embargo, a pesar de todo este tiempo transcurrido, todavía no ha llegado a ponerse aún la primera primera piedra. Ni siquiera el proyecto de la Ciudad Deportiva ha visto la luz todavía de manera pública, y eso que Mohamed El Assy, director general de la UDA, en su última comparecencia allá por febrero dio a entender que el proyecto no tardaría en salir a la palestra puesto que la constructura estaba preparando un vídeo en 3D. Meses después, la Ciudad Deportiva continúa siendo esa eterna promesa, como si de la llegada del AVE a Almería se tratara y que tantos retrasos los almerienses venimos sufriendo año tras año. Una Ciudad Deportiva que beneficiaría en nuestra ciudad también a otros deportes como es el caso del atletismo, que aún a día de hoy se ve perjudicado y se pondrían fin a molestas situaciones en las que los atletas son apartados de Anexo para que la UDA pueda entrenar sin presencia de ellos, como sucediera la pasada semana y este periodista pudiera leer una queja pública de una atleta, y en especial cuando es a puerta cerrada. Bien haría Rubi en exigir día sí y día también a los directivos del club que la obra de la Ciudad Deportiva comience más pronto que tarde y preocuparse menos de la presencia de atletas en el Anexo, esa instalación cuyo mantenimiento pagamos todos los almerienses con nuestros impuestos y que a veces uno tiene la sensación que la UDA actúa como si fuera de su propiedad. La Ciudad Deportiva urge.