Raúl Piñeiro

Ciego en Granada

Con un par

Con el permiso de mi buen amigo Pepe Cazorla, le copio lo de ‘Ciego en Granada’, después de la derrota del Almería en el Nuevo Los Cármenes tras cometer un error, por enésima vez, en los primeros minutos de partido. Esta vez fue Marc Pubill, con un penalti propio de benjamines, en el minuto 8. Después de lograr el empate nada más arrancar el segundo tiempo, y de tener fases de dominio, cuando el partido se convirtió en un correcalles, con un centro del campo sin físico, nos vinimos abajo y le hicimos el pasillo, de forma literal, a Gonzalo Villar, que condujo el balón solo, 20 metros, sin nadie que le atosigara por detrás, ni nadie que le saliera al paso, para lograr el 2-1. El gol de Rubio, de córner, también se las trae. Luego vino la rueda de prensa de Rubi. No hay más ciego que el no quiere ver. El equipo ha encajado 47 goles en 34 partidos. Los mismos que tienen Eldense y Zaragoza, que ahora mismo se disputan el cuarto puesto por la cola. 2 menos que el Tenerife, tercero por la cola. Los virtualmente descendidos Ferrol (52) y Cartagena (61), además de Castellón (50) y Córdoba (48), son los otros equipos que han encajado más. Ahí tenemos la explicación de porqué este Almería no acaba de volver a los puestos de promoción, a pesar de que los rivales parecen empeñados en esperarnos. 12 goles encajados en los primeros 15 minutos de partido. Es de los peores equipos en los primeros tiempos, y el mejor en los segundos, aunque esta vez, ni eso nos sirvió. Pero ahí estuvo Rubi, contento con lo que vio y haciendo las cuentas de la lechera con los próximos cuatro partidos. Ya lo dijo el poeta Francisco de Asís de Icaza en su día, con sus famosos versos que se pueden leer en la Alhambra: “Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada, como la pena de ser ciego en Granada”. Que el equipo da pena, es una obviedad. Que el entrenador no parezca entenderlo, ni sepa cómo ponerle remedio y se empecine con según qué futbolistas, sí que me parece un poema…

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