La carta ganadora de rubi

Líderes. El Almería acaba la jornada en la primera posición de Segunda División más de dos años después. La última vez que lo consiguió fue para levantar el título de campeones en 2022. Con el mismo entrenador, la historia parece que mantiene algunos patrones que van de la mano de la actual propiedad. Este Almería de Turki siempre ha contado con una figura en el puesto de delantero que ha sido la estrella. El único año que no se logró ese objetivo fue, precisamente, el curso pasado. Darwin Núñez, Sadiq Umar, El Bilal Touré y, ahora, Luis Suárez. Mi delantero, por una cuestión de edad y amor de adolescencia, siempre será Charles Brau. Qué temporada se pegó el tío en la 2012-13. Sin embargo, el colombiano te engancha. No empezó bien el año, probablemente por la carga de inactividad que arrastraba tras perderse casi la totalidad del pasado curso. Una vez cogió continuidad, el cafetero se ha convertido en un arma letal. Si eres central, no lo quieras tener cerca. Si eres portero, menos todavía. Lucho ha convertido el arte del gol en una rutina tan sencilla como prender un cigarro. Desatado. En todos los sentidos. Recibe de espaldas, descarga, acude a las bandas, conecta con Arribas, regatea, se desmarca. Una bendición para el banquillo y para los aficionados de los Juegos Mediterráneos. En el uno contra uno, letal. En el disparo lejano, letal. En los remates colocados, letal. Ahora se abre el debate de quién es el mejor ariete del último lustro en la historia de la UDA. Me encantan este tipo de comparaciones entre unos y otros. No obstante, el mejor legado que nos puede dejar Luis Javier es un ascenso a Primera División. Mantita, mimitos y que no se resfríe. Hay pistolero para rato. Si el Almería es el coco, Suárez es el villano final de un videojuego. La carta ganadora de Rubi.