Tercer recorte de la Fed en 2024
Campeones
Cartas Británicas
El actor gallego Javier Gutiérrez ha contado alguna vez como priorizó hacer la película Campeones por encima de otros proyectos tan gordos como La Casa de Papel por su compromiso en dar visibilidad a la discapacidad, que a él le toca de cerca ya que tiene un hijo discapacitado. En la película interpreta a Marco, segundo entrenador de un equipo de baloncesto, que incluso tiene cierto nombre en ese mundillo, que atraviesa un momento personal difícil. Por avatares de la vida, tiene que elegir entre ir a la cárcel o hacer trabajo comunitario. Para cumplir su pena, es designado como entrenador de un equipo de discapacitados que no puede ser más disfuncional, con distintos egos y poco sentido de equipo. Lo que empezó siendo un castigo, acaba siendo como una de las grandes experiencias vitales del protagonista, que aprende mucho de sus jugadores, con los que celebra muchos éxitos. No creo que Rubi tuviera que tomar una decisión tan comprometida cuando decidió regresar a nuestra tierra, sobre todo porque no tenía ofertas que realmente le llenaran. Tampoco creo que su vuelta la considerara como un castigo, aunque quizás lo esté considerando así ahora visto el arranque. Lo que sí parece claro es que Rubi, como Marco, tiene mucho trabajo por delante. Desde luego tiene más trabajo de lo que pensaba cuando firmó su contrato. En Oviedo volvimos a ver a ese grupo de jugadores que deambulaban perdidos al tiempo que el conjunto local se frotaba las manos. Cómo seria la cosa que Santi Cazorla, a sus 39 años, parecía estar al nivel de la Eurocopa de hace 12 años. En defensa hacemos más agua que el Titanic. Con muy poco, nos hacen gol. Los tres del domingo son un claro ejemplo. El Almería de Rubi cimentó su ascenso desde la seguridad defensiva. Llevamos 18 goles en 9 partidos. A dos goles por partido. Así es imposible. Me gustaría creer que, como en la película, basada en hechos reales, el entrenador logrará hacer funcionar al equipo y habrá final feliz. Rubi también dice que encadenaremos dos o tres triunfos e iremos arriba. Pero resulta muy difícil hasta imaginarlo…
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