Jorge Colipe

Campeones

15 de julio 2024 - 03:09

No importa el resultado final. Salir campeones es una consecuencia de una serie de situaciones que se tienen que dar para llegar a disputar un título, en un encuentro donde siempre el resultado termina siendo un accidente. Una expulsión, un gol en propia puerta, un penal dudoso o algún error de manual, acaban decantando la balanza, que no borra los pasos dados en el camino recorrido. Claro que ganar te eleva, uno se viene arriba y la felicidad se traslada al pueblo que al fin encuentra un motivo para festejar, que no es poco. Y en ese recorrido España se ha reencontrado. Digo España como equipo y como país, que al fin de cuentas, en estos tiempos que corren viene a ser casi lo mismo. Porque si hay algo que une de verdad, que saca las banderas a la calle, sin complejos ni etiquetas, es la camiseta de La Roja. En esta Eurocopa el equipo nacional logró ilusionar nuevamente a la gente como en 2008, 2010 y 2012. Nos volvimos a identificar con la selección dirigida por Luis de la Fuente y las críticas desaparecieron, o mejor dicho, se acallaron, se guardaron en los cuarteles de invierno. Porque como pasa siempre, después de un tiempo agitado, las cosas retomaron la normalidad. Ya no se habla más de la Federación que del juego. Se ha dejado de lado el cuestionamiento al técnico que aplaudió a Rubiales y se zanjaron las dudas acerca de su escasa experiencia en el primer nivel de la competición. Estas situaciones han sido superadas por el juego de un equipo donde brillan unos chicos que sin estridencias solo se dedican a disfrutar de la pelota como lo hacían en la calle sin haber perdido la esencia. De ahora en más, el reencuentro da paso a la comunión entre equipo y afición, y eso, en estos momentos y en este país, ya es mucho decir. Se aparca la división, la polarización y la bronca. El jugador número 12 ha vuelto a la grada dispuesto a llevar en volandas a los suyos en busca de recuperar la gloria perdida. Apareció la sonrisa, y esa es una gran noticia en la España de las caras largas. Es el país real, no el país de los políticos. Es la Selección Española de fútbol de la que todo el mundo habla. Al margen del resultado, ya somos campeones.

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