Tribuna Económica
Gumersindo Ruiz
La casita de Jesús
Tribuna Económica
Aesta altura del verano, cada uno está en una parte del globo, muchos en el extranjero. En destinos varios, quizá recorriendo las Highlands escocesas, por los países nórdicos, visitando alguna Universidad latinoamericana, o en destinos más novedosos, como Vietnam o Birmania. Sitios muy diferentes entre sí pero que, sin embargo, comparten algo en común. En todos ellos se puede acudir a un McDonald’s para tomar una hamburguesa Big Mac. Y esta circunstancia, que un mismo producto, con idénticas características, se sirva en 41.500 restaurantes de 120 países, lo convierte en ideal para establecer comparaciones monetarias. Es lo que hace desde 1986 la revista The Economist al calcular el Big Mac Index.
Este indicador se basa en la teoría de la paridad del poder adquisitivo, que afirma que las tasas de cambio de los países deben ajustarse hasta ser iguales a los precios de una canasta de bienes y servicios. Para este índice la canasta estaría compuesta por un solo producto: el Big Mac. Comparando los precios en las monedas locales de esta hamburguesa y los tipos de cambio oficiales, el índice permite valorar de forma aproximada si las monedas están en su nivel correcto, sobrevaloradas o infravaloradas respecto al dólar americano.
A julio de 2024, fecha de la última actualización, Suiza tiene los Big Mac más caros del mundo, 8,17 dólares, lo que implica que el franco suizo está un 44% sobrevaluado respecto al dólar. Del mismo modo, los precios en Noruega (7,14 dólares) y Uruguay (7,04 dólares) indican que sus monedas están muy sobrevaluadas. En Suecia, la zona euro, Costa Rica y Gran Bretaña también el precio de estas hamburguesas son más altos que en EEUU, pero sólo ligeramente por encima de los 5,69 dólares de las Big Mac estadounidense. En la Eurozona, el precio medio de una Big Mac es de 5,87 dólares al cambio de mercado, pero dentro de ella existe mucha disparidad entre los diferentes países. En los 46 países restantes de los que incluye el estudio, por el contrario, los precios son más bajos, y sus monedas, por tanto, están infravaloradas. Los precios más bajos se encuentran en Taiwan (2,39 dólares), Indonesia (2,43 dólares) e India (2,59 dólares).
A este índice se le acusa de poco científico. La misma revista The Economist dice de su índice Big Mac que es una guía desenfadada para saber si las monedas están en su nivel “correcto”, que es una manera de hacer más digerible la teoría del tipo de cambio. Al mismo tiempo, señala que no es en absoluto una bola de cristal tan perfecta y que su poder predictivo en el corto plazo es especialmente débil.
No obstante, aunque las predicciones de este índice deben tomarse con pinzas, se ha convertido en una valiosa herramienta de análisis económico, prefiriéndose a estudios similares como los índices Ipod o Coca Cola. En todo caso, sus resultados indican hacia dónde deberían encaminarse los tipos de cambio, y hay que enmarcarlos como comportamientos de las monedas en el largo plazo. Los estudios que se han realizado por la misma revista en este sentido apuntan a que tienen un historial predictivo decente en un horizonte de cinco años.
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