Tribuna Económica
Gumersindo Ruiz
La casita de Jesús
Cartas Británicas
Que Garitano nos podría aguar la fiesta era apuesta segura, y más con la diferencia en la clasificación entre Almería y Cádiz, más allá del ‘cariño’ que los gaditanos nos suelen tener. A pesar de andar con la familia por Corcubión, quise probar suerte y ver si podía ver el partido. Apostamos por el Bar Suiza, sede de la recientemente fundraising Peña Deportivista Ave César, en honor al ex presidente Augusto César Lendoiro, natural de este coqueto pueblo de la Costa de la Muerte, que llevó al Super Depor a su etapa más gloriosa. Al llegar, tenían en la tele el Leganés-Villarreal, pero al vernos, como saben que somos de Almería, nos pusieron el partido. El partido fue más o menos como esperaba, incluído el zarpazo cadista a la contra, trás pérdida de Arnau, al borde del descanso. Pudo incluso ser peor al inicio del segundo tiempo, pero Luis Maximiano estuvo providencial. A partir de ahí, como el resto del encuento, el Cádiz acumuló gente atrás y el Almería tuvo dificultades para llegar con claridad. Hasta el momento clave del partido. En directo creí que era córner, pero escuché el silbido del árbitro. ¿Qué ha pitado? ¡Ha pitado penalti! A partir de ahí, nervios e incertidumbre. Las repeticiones no eran claras y los comentaristas no daban crédito al penalti, decían que Alex Fernández negaba vehementemente las manos (como si los futbolistas no fueran los primeros) y lamentaban la suerte del Cádiz. Las imágenes no disipaban las dudas, así que prevaleció el criterio del colegiado, que no tenía dudas. Empate. Lo intentamos. Ontiveros fue justamente expulsado. Nos escamotearon otro penalti a Luis Suárez. Y el Cádiz, en especial su portero, perdieron todo el tiempo del mundo y más. 1 a 1 al final, y con el empate in extremis del Eldense, que le levantó un 2 a 0 al Racing en Santander, campeones de invierno y se armó el belén. El DAZN FC tiene que subir por lo civil o lo criminal. Liga adulterada. Y de ahí para arriba. Pero nos debe dar igual, como dijo Rubi en la previa. Por cierto, después del partido han salido otras imágenes en las que la mano es clara. De todas formas da igual. El VAR, señor Garitano, en este caso si aplicó el protocolo. Si la imagen no es lo suficientemente clara, no se puede rearbitrar la jugada. Que sigan rabiando...
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