Alarmante ausencia de intensidad

10 de septiembre 2024 - 03:06

Se puede perder, pero no así. Ni siquiera se vio una reacción adecuada de la UDA en los minutos restantes tras el tanto del Eldense, que durante las postrimerías del choque incluso estuvo más cerca del área rojiblanca que de la suya propia. La clave negativa se gestó durante la segunda mitad, en la que se suponía que la UDA iba a imponer su teórica superioridad, dado el esfuerzo físico del rival en los primeros 45 minutos. Pero no, fue al contrario, ante un Almería igual de pasivo que su entrenador, que apenas realizó cambios tácticos y que esperó al epílogo del encuentro para introducir los primeros cambios. La actitud de un equipo que jugaba andando durante la segunda parte ante el Eldense, me recordó a aquella pasiva de Tenerife, cuando el equipo chicharrero casi empata un partido que tenía más que perdido con uno menos. Jugó con fuego de nuevo la UDA y esta vez se quemó. Ese Almería indolente, que se cree a pies juntillas los comentarios constantes de buena parte de la prensa nacional en torno a su supuesta superioridad y gran plantilla a batir de la categoría, volvió a aparecer, y así nunca se puede ascender a Primera. Que se lo digan a todos esos grandes equipos, como el Atlético de Madrid, que necesitaron algo más que clase y técnica para retornar a Primera, y no siempre lo lograron en una temporada. Lo que ya me preocupó sobremanera fue la declaración de Rubi al término del partido, acerca de lo feliz que se mostraba con el trabajo de su equipo en cuanto a la intensidad exhibida ante un rival que sólo podía mostrar eso mismo, intensidad. Que no nos haga comulgar con ruedas de molino el técnico catalán, porque se pudo visualizar con claridad la desidia de su equipo. Que pretenda Rubi escudarse en el arbitraje recibido en estas primeras jornadas tiene un pase, pero que nos trate de convencer de que su equipo luchó con vehemencia, al nivel de su oponente, no tiene justificación alguna. Ya daría igual si al Almería le falta un delantero centro más en su plantel o nota la ausencia de un extremo veloz, o si la zaga es insegura (no entiendo la ausencia en el once inicial de Radovanovic), el caso es que sin intensidad en esta categoría no se va a ningún sitio, por muy superior que técnicamente se sea. Si el primero que lo tiene que denunciar, el entrenador, no lo reconoce, mal vamos. Lo peor sería que ni siquiera lo interpretara así, que tampoco es descartable. No sé si varios de los jugadores que se retuvieron para intentar retornar por la vía rápida a Primera esperan el momento de su traspaso o si están implicados en el actual proyecto. Para mí que no están metiendo demasiado la pierna en espera de acontecimientos futuros, aunque tampoco conviene olvidar que la concepción del fútbol de Rubi no es muy guerrera. En esta temporada no está Sadiq para salvar ciertos partidos (todavía se recuerda su ausencia aquel mes de enero) y sólo desde el trabajo en equipo, el compromiso y la intensidad (no sé cuántas veces lo he escrito en esta acta) podría cambiar la situación. Hay plantilla y tiempo para dejarse la piel por el club que te paga, y muy bien, pero lo primero sería reconocer los errores propios y aparcar la excusa del arbitraje, para ahondar en esa deficiencia, fácil de revertir para unos jugadores que tienen lo difícil, talento, pero que de momento carecen de garra para competir en Segunda.

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