La Navidad está muy viva en Garrucha

El grupo ARTE ha vuelto a instalar un enorme belén viviente con decenas de personajes y animales

Los Reyes Magos repartirán allí sus regalos mañana

está muy viva en Garrucha
está muy viva en Garrucha

Garrucha/Una Navidad sin luces adornando las calles es inconcebible. Sin cenas familiares y con amigos, sin regalos, sin campanadas y docenas de uvas o sin cabalgatas de reyes llegados desde Oriente estas fechas no serían reconocibles. Y en Garrucha, después de la exitosa experiencia del año pasado, con felicitación de David Bisbal vía Twitter incluida, es impensable una Navidad sin su belén viviente.

Centenares de personas, mayores, jóvenes y muchos niños, pasan cada noche por el solar de la calle Mayor donde se ubica la réplica de la antigua Judea en miniatura. "Este año hemos inaugurado unos días más tarde, sobre todo pensando en el bienestar de los animales, que se pasan demasiados días aquí, pero no podíamos dejar de hacer este evento, por la gran ilusión que le hace a los niños", afirma Juan Pedro Molina, concejal de Cultura y Festejos del Ayuntamiento de Garrucha.

Este año, la inauguración fue el pasado 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes. Precisamente esos inocentes que perdieron su vida cuando trataban de impedir que Jesús llegase al mundo. Nacimiento que se produjo finalmente en un pobre pesebre de Belén, y que hoy está representado en Garrucha, con decenas de actores y animales.

Concretamente, una veintena de personas dan vida a los habitantes de la ciudad palestina. Hay panaderos, carniceros, pastores, molineros, posaderos y, como es evidente, las figuras principales: san José y la Virgen María. Este año, el niño no es de carne y hueso, "son muchas horas a unas temperaturas muy frías", reconocen. Y es que, todos y cada uno de los actores, trabajan de forma totalmente altruista para dar vida al lugar donde nació Jesús hace más de dos milenios.

El nacimiento permanecerá abierto hasta la noche del 5 de mañana, justo cuando los Reyes Magos acaben de repartir los regalos a todos los niños garrucheros. Y es que, al igual que el año pasado, el belén viviente será el escenario en el que finalizará la cabalgata de los reyes. Allí, desde el mismo pesebre, sus majestades harán entrega de los presentes a unos pequeños que viven con enorme ilusión esta fecha.

Este año, como novedad respecto a los anteriores, se ha construido un aportada totalmente nueva, con un arco que transporta al que lo penetra desde la calle Mayor del municipio hasta una tierra lejana en el espacio y en el tiempo: la antigua Judea. De esta forma se ha mejorado la seguridad del recinto, evitando el acceso en las horas en las que el belén está cerrado al público.

Asimismo, en el belén de este año ha cobrado especial importancia el río, que cruza todo el solar del comercio, como es conocido el terreno donde se ubica. El agua brota de una fuente con tres caños y alimenta un río donde nadan apaciblemente unos cuantos patos y ocas. Para acceder a la posada (de nueva construcción también) hay que librar el agua cruzando un puente de madera junto al corral donde descansan unos pequeños borregos.

Conejos, pollos y gallinas son los otros animales que habitan en el belén, donde se ha decidido prescindir de la burra que tanta atención de los pequeños captó el pasado año: "Hemos querido reducir animales para evitarles la molestia de tantos días fuera de su hogar habitual", confiesa Molina.

Quien desee sumergirse en la Palestina del siglo I aún puede hacerlo, en horario de 19 a 21 horas, acercándose a Garrucha. Y, de paso, dar un paseo por sus comercios, para hacer las últimas compras navideñas, y disfrutar de su rica gastronomía. Pero hay que darse prisa, que ya vienen los reyes... ¡por los mares!

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