Vanessa Montfort: "María Lejárraga creyó en un futuro luminoso para la mujer"

La autora presenta mañana a las 18 horas en la Delegación del Gobierno de la Junta su última obra ‘La mujer sin nombre’ centrada en María Lejárraga

Vanessa Montfort, autora de ‘La mujer sin nombre’. / Asís G. Ayerbe
Diego Martínez

28 de abril 2021 - 16:57

Regresa a Almería, una provincia que le apasiona. Lo hace mañana a las 18 horas para presentar su último libro La mujer sin nombre. Este acto será en la Delegación del Gobierno de la Junta y forma parte de Diario de los libros de Diario de Almería. Se enmarca esta presentación en la Feria del Libro de Almería. La obra se centra en la figura de María Lejárraga, quién escondiéndose tras la firma de su marido, Gregorio Martínez Sierra es la autora real de más de 90 obras entre ensayos, guiones, teatro y novela.

-Regresa a Almería, en esta ocasión, para presentar La mujer sin nombre en torno a María Lejárraga. ¿Por qué se decide a escribir esta obra?.

-Había oído hablar del personaje y me fascinaba. El Centro Dramático Nacional me encarga documentarme sobre un personaje como María Lejárraga. Saco la obra de teatro, se estrena por dos veces, algo extraño realmente, y nos quedamos sin entradas en pocos días. El público quedaba alucinado con lo que veía allí. Luego la ponemos en la sala grande del Centro Dramático Nacional y nos volvemos a quedar sin entradas todos los días.

-Todo esto hace que piense en escribir el libro.

-En todo ese proceso había seguido documentándome porque no podía parar, ya que este personaje lo tenía todo. Tenía una identidad oculta, un éxito en la sombra, un triángulo amoroso, había vivido el exilio y había conocido a los grandes protagonistas del siglo XX. Me dedico a leerme todas las cartas que caen en mis manos de María con Turina, Manuel de Falla y Juan Ramón Jiménez. Llegó un momento que me di cuenta que todo eso no cabía en una obra de teatro y había que hacer una novela.

-Y surge esta obra ‘La mujer sin nombre’.

-Me planteo hacer una obra donde aparte de hablar de María Lejárraga como autora total, también quería hablar del personaje de forma más empática, para explicar porque se borró ella a ella misma. Lo hago a través de la ficción y no un ensayo, porque yo quería alcanzar al gran público. Cuando empiezo a investigar yo vivo en Nueva York, y recorro los espacios que recorrió la propia María Lejárraga. Cuando hago promoción encuentro su tumba en Buenos Aires. Ha sido todo un proceso fascinante.

-Me gustaría que explicara cuales son los atractivos de Lejárraga, una autora bastante desconocida hoy día.

-El gran atractivo es que María Lejárraga es la primera dramaturga con ese nivel de éxito, porque estamos hablando de una mujer que tuvo sus obras de repertorio en Broadway o que estrenó El amor brujo en Londres con escenografía de Picasso y con Manuel de Falla. Es una de nuestras escritoras más exitosas del siglo XX, ya que escribió teatro, narrativa, guiones y ensayos, se puede decir que es de una superdotación extrema. Además creo que es el punto de encuentro de los creadores más importantes de Europa del siglo XX y aparte es una de nuestras primeras feministas, fundadora del Lyceum Club Femenino.

-¿Por qué María Lejárraga se silencia durante su vida creativa? ¿Cuales son los motivos?

-Cuando se casa con Gregorio, son muy jovencitos los dos, aunque ella tiene siete años más que él. Gregorio es enfermizo y además tuberculoso desde la infancia, digamos que ella tiene una relación materno filial con él. María tiene un contrato de maestra, que consigue y viven los dos. En ese momento en un contrato de maestra, hay cláusulas tan kafkianas, como que el contrato de una maestra será rescindido si se la encuentra subiéndose en un coche con alguien que no sea su padre o su hermano.

-Parece increíble la situación que se vivía en ese momento.

-Pero no queda la cosa ahí. En ese contrato también se advierte que no puede firmar obras publicadas. A principios del siglo XX ser escritora era una profesión poco decente y mucho menos para una maestra de escuela. Nadie quería que a sus hijos les diera clase una escritora, porque parecía que le diera clase una mujer extraña. En ese tiempo, tanto María como Gregorio soñaban con hacer teatro. Decide María que de momento las obras irán firmadas por él, y ahí se creo el monstruo que nunca pudieron parar.

-¿Qué se podría hacer para dar a conocer mucho más a una figura tan importante y emblemática como María Lejárraga?

-El objetivo de todos los que de alguna manera hemos escrito sobre ella es muy claro, y es sacarla a la luz de una vez por todas, porque llevamos 100 años de retraso. Yo he recogido el testigo de Patricia O’Connor que llega a conocerla en persona y conoce las cartas que se enviaban María y Gregorio tras separarse. A través de esas cartas que María no destruye y se las lleva al exilio se conocen muchas cosas. De no haberse conservado las cartas quizás hoy no sabríamos la verdad, y es que María era la autora de los textos y los firmaba su marido.

-¿María Lejárraga se cartea con lo más importante del país en ese momento?

-Es una mujer que fascina, que aparte de escribir lo que más le gusta es viajar. María no solo colaboraba con Juan Ramón Jiménez, de la que era como una hermana. Luego estaba Manuel de Falla que era una persona que quería mucho aunque siempre habló del carácter de mal demonios que tenía el compositor. Luego además está en contacto con todos los intelectuales y políticos de la época como es el caso de Fernando de los Ríos. También hay que destacar su relación con Federico García Lorca.

-Siento por lo que transmite que esta obra probablemente sea a lo largo de su carrera una de las que más ilusiones le ha hecho.

-Me he vuelto una apasionada. María Lejárraga es un personaje que crea adicción. Yo personalmente le debo a María Lejárraga una cosa, y es estar estrenando mis obras con mi nombre en un cartel en un teatro nacional, donde ella siempre debió estar. Su contribución al mundo de la mujer es muy claro, ya que sus discursos son de un feminismo visionario, donde implica al hombre y lo convierte en cómplice y no en enemigo. Ella siempre creyó en un futuro luminoso para la mujer.

-Vanessa creo que sigue teniendo su espíritu viajero. ¿En Almería, Agua Amarga es su lugar preferido?

-Agua Amarga es mi oasis. Siempre digo que en algún momento tendré mi rinconcito en Agua Amarga. Desde allí he escrito algunas de mis obras de teatro y casi entera una novela durante una época. Si tengo adicción a María Lejárraga también tengo adicción a Almería. La conozco hace muchos años, la he recorrido mucho y Agua Amarga es mi rincón particular.

-Es la única escritora que participa por segunda vez en Diario de los Libros.

-Me hace mucha ilusión que a través de los libros en este tiempo sean un medio de transporte para acercarme a mis lectores. Es mi primer viaje que hago para presentar este libro. Hasta ahora todo ha sido online. Me hace ilusión de estar en Almería con los lectores.

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