Últimos días para ver la exposición de Kim Manresa y sus 50 años de fotoperiodismo

El próximo domingo concluye en el Museo de Arte de Almería una exposición de fotografías de Kim Manresa. Se trata de una muestra que reúne una selección de los trabajos del fotógrafo catalán a lo largo de 50 años. La muestra es una auténtica joya documental donde cada imagen sorprende muchísimo. A veces incluso el espectador se pregunta cómo pudo llegar el fotógrafo a esos lugares y cómo pudo captar ese instante decisivo.

La muestra Kim Manresa. 50 años de fotoperiodismo es un trabajo que aglutina muchos años y muchas vivencias de Manresa, que además cuenta con orgullo lo vivido. Hubo momentos difíciles a la hora de hacer las fotografías, pero Manresa que aparte de un gran fotógrafo, es un auténtico aventurero siempre se atrevió con todo. El resultado es esta gran exposición.

Manresa es un visitante habitual de la provincia de Almería ya que tiene un gran amigo almeriense llamado Paco Flores. En la exposición que se puede visitar hasta el domingo se reúnen 77 fotografías. “Es una parte del trabajo que he hecho yo sobre derechos humanos y medio ambiente. El hilo conductor es una canción de Joan Manuel Serrat que compuso y que se titula ‘Padre’ hace 50 años cuando yo hice la primera fotografía”, explica el artista.

La muestra impacta ya que las fotografías son en blanco y negro. “Soy de la escuela del blanco y negro. Para explicar una historia el blanco y negro tiene más fuerza. Hay algunas fotografías muy duras con sangre y mutilaciones que si fueran en color sería imposible verlas”.

Cada fotografía tiene una historia. “Aparece una imagen de la caída del muro de Berlín. Una estudiante le da un clavel a un guardia del oeste. Es una fotografía muy llamativa. Luego hay una fotografía de la ablación de una niña de siete años, que la mutilan y luego yo la adopté a esa niña. Es una imagen dura pero que me trae buenos recuerdos”, sostiene Kim Manresa.

“Kadi era de Burkina Faso, pedí permiso a su familia y al jefe de la tribu y me dejaron hacer las fotografías. Explicaba la historia de esta niña desde que se levantaba, iba a la escuela hasta que llegó el día de la mutilación. El ritual fueron solo diez fotos, yo estuve allí, miraba e hice las fotos. Era un dolor insoportable en el gallinero que era donde se hacía. No me quise jamás recrear con esta historia. Todo lo que gané en premios con estas fotografías lo invertí en la niña que hoy es una mujer con más de 30 años”, sostiene Manresa.

El fotógrafo siempre ha asumido grandes retos, pero siempre con precaución. “He pillado todas las enfermedades tropicales que existen. Me picó también una serpiente venenosa, pero el pigmeo que me acompañaba cogió el machete y me rajó el dedo y me sacó el veneno. Soy una persona curiosa, pero siempre trabajo con mucha precaución”.

En la exposición también se puede ver la primera foto que hizo Kim Manresa cuando solo tenía 13 años. “A mi padre le encantaba coleccionar cosas, y yo era muy curioso. Desde niño siempre tuve un espíritu de conocer mundo y con 13 años me regalaron una cámara de cartón y cuando salía del colegio me encontraba con manifestaciones. A los pocos días, Manuel Vázquez Montalbán escribía sobre los barrios y se enteró que había un niño que había hecho fotos. Me compraron las fotos y entonces continúe haciendo fotos. Yo vendía todas las fotos y dejé los estudios y me dediqué a la fotografía”.

Xavi Ayén, periodista de raíces almerienses lleva tiempo trabajando con Kim Manresa. “Es el jefe de cultura de La Vanguardia e hicimos un proyecto sobre la educación en el mundo. En todos los viajes fotografiaba las escuelas de todos los países. Hice un libro con 100 escuelas de 100 países. Eso me llevo a fotografiar a muchísimos premios Nobel. El proyecto Nobel se inició con José Saramago y luego García Márquez, que además concedía una entrevista después de 15 años. En esa entrevista nos dio la exclusiva de que dejaba de escribir porque tenía Alzheimer”, rememora este genial fotógrafo que ha vivido y viajado mucho.