"Se trabajó con una información que estaba viciada", dice Francisco Carrión

Francisco Carrión Méndez, profesor de Prehistoria y Arqueología en la Universidad de Granada, que fue la persona encargada de dirigir al equipo de cinco arqueólogos y dos especialistas que a finales del año pasado llevó a cabo la "mediática" excavación de las fosas de Alfacar, ha sido uno de los invitados al seminario Memoria Histórica y Cultura de Paz, que se clausuró ayer en el campus de La Cañada.

El arqueólogo dio a conocer la metodología empleada durante las excavaciones que "han roto el mito y demostrado que existía una información viciada" sobre la existencia de fosas comunes bajo la tierra del parque de Alfacar, donde muchos decían (y dicen, como Iam Gibson) que fue enterrado el poeta granadino tras su fusilamiento Federico García Lorca.

"Después de realizar un trabajo serio y sistemático con una técnica de excavación manual en los seis emplazamientos del parque en los que el radar encontró ciertas anomalías en el terreno, sólo encontramos alcorques que ni siquiera se pueden datar porque la cultura de la vid ha sido la misma durante siglos, así como cables de la red de alumbrado y saneamiento", explicó ante los participantes del seminario.

Francisco Carrión también habló sobre la cláusula de confidencialidad que obligó tanto a él como a su equipo a trabajar bajo carpas y con la vigilancia de un guardia de seguridad las 24 horas del día.

En este punto, el arqueólogo granadino quiso aclarar, ya que según él se ha criticado el coste de las excavaciones, que los trabajos de arqueología supusieron 15.000 euros, mientras que el resto del presupuesto se destinó a las carpas y la seguridad privada.

La Junta de Andalucía, a través de la Asociación Granadina de Memoria Histórica, financió estos trabajos que contaban con un presupuesto de unos 70.000 euros.

Francisco Carrión, del mismo modo, expuso que ahora es el turno de los historiadores e investigadores de dar los pasos necesarios para conocer dónde están los fusilados que se buscaron en el parque Federico García Lorca de Alfacar a petición de sus familiares de Joaquín Arcollas y Francisco Galadí y bajo el paraguas del Comisariado de la Memoria Histórica para Andalucía, departamento adscrito a la Consejería de Justicia y Administraciones Públicas de la Junta de Andalucía.