Tormenture, un homenaje al terror más ochentero

EN plena resaca de Halloween, con el eco aún del reverberante ‘truco o trato’, tuve la brillante idea de probar Tormenture, una propuesta indie del estudio español Croxel Studios y publicada por Billete Cohete (la incubadora de The Game Kitchen) que se abraza al terror con un juego retro de los años 80. Una época en la que los ya asumimos el peinado de Kratos disfrutábamos con la Atari 2600.

Y tras disfrutarlo en Steam Deck (donde funciona a la perfección pese a que Valve aún no le ha conferido el sello de verificado), solo puede corroborar que la elección no pudo ser más adecuada al convertirse por méritos propios en una de las propuestas más innovadoras y aterradoras del panorama indie actual que, sin duda, satisfará a los aficionados al terror y también a los nostálgicos, como el que suscribe estas líneas, por su acabado visual. 

La historia gira en torno a un niño atrapado en un videojuego malditotras un oscuro pacto. Nuestra misión pasa por encontrar cuatro reliquias para desvelar sus secretos y escapar de este inquietante mundo que nos llevará 5 ó 6 horas conseguirlo.

Lo interesante de Tormenture es que no se limita a ser un simple juego de terror ya que mezcla la realidad con el mundo virtual. Su jugabilidad dual alterna entre explorar el universo del juego y resolver acertijos en el mundo real del protagonista, lo que crea una experiencia inmersiva. En ciertos momentos, debemos interactuar con un manual físico para avanzar, evocando la nostalgia de los juegos antiguos. Porque lo que está claro es que los desarrolladores quieren que te devanes los sesos pensando cómo avanzar y las ayudas aquí brillan por su ausencia. Ochentero total.

Ysi enfatizamos en su apartado visual, Tormenture es una maravillosa carta de amor para los amantes del retro gracias a su estética de 8 bits que recuerda a la época dorada de las consolas, añadiendo un toque siniestro que le otorga una identidad única. Los escenarios están llenos de detalles inquietantes y referencias a la cultura pop de los años 80. ¿A quién no le puede gustar un radiocassette?.

A eso súmale una banda sonora en la que destacan los sintetizadores en un claro guiño con las películas de terror y la atmósfera que se crea es la idónea. Explosiones y silencios se intercalan en todo momento para enfatizar la resolución de los acertijos y puzles que nos vamos encontrando a lo largo de la aventura y que ofrecen desafíos interesantes como descifrar códigos, pautas concretas o manipular objetos en el mundo real.

Jugáblemente no es un juego con mecánicas complejas por lo que adentrarnos en su universo para explorar laberintos, enfrentarnos a demoniacas criaturas e interactuar con multitud de objetos es bastante sencillo y hacerlo con la Steam Deck ayuda aún más a conseguirlo. 

En definitiva, es una experiencia muy recomendable tanto para los que buscan un título de terror intenso y justo en su duración como para los que quieren probar propuestas diferentes en las que se da un paso más en cómo interactuar con el juego desdibujando, en muchos momentos, las líneas entre lo virtual y lo real. 

Hemos podido realizar este análisis gracias a una clave para Steam (PC) que nos ha remitido The Game Kitchen.